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┍━━━━━ Un Plan ━━━━━┙








Habían sido los mejores días para la aldea «Luna Menguante», ver a su Alfa con una nueva chispa en sus ojos les hacía feliz a todos, y la llegada de Emma tenía que ver todo con ello.

Ella, en tanto, junto a cada bruja de la manada y les enseño cada truco personal de su madre, un poder como ese debía ser compartido.

Kook a veces la miraba perdido desde la ventana, notando como se familiarizaba con los demás, sonriendo cuando ella sonreía, extrañandola y cuando ya su añoranza no daba más, simplemente iba por ella para tener su atención.

Al alba, ambos se iban juntos al lago, nadaban y en más de una oportunidad llevaron a cabo aquello que fue interrumpido por las malas conclusiones de Emma.

Se hacían felices, el uno al otro, y para Jungkook despertar y tenerla a su lado era un alivio que superaba toda expectativa, se quedaba viéndola dormir hasta que ella despertaba y sonreían juntos.

Usaban la casa escondida de todo ojo humano y sobrenatural para tener sus encuentros salvajes, ambos siendo Alfas era muy difícil no contener los gemidos y las ganas de entregarse con fuerza y brutalidad, más de una vez rompieron cosas hogareñas.

Jungkook se daba cuenta, que en definitiva, Emma era la ideal para el, si bien, Leah tenía a Malia en ella, jamás fue tan impulsiva en el sexo como Emma. Ella, en serio le hacía nombre al legado de los Alfas.

Competían por llevar el mando, y aunque amaba que eso sucedíera, Emma siempre salía ganando las pocisiónes que ella más quería y salía marcado más que ella.

Estaban recostados en el piso del living de la antigua casa de Maya, a la orilla de la chimenea con el fuego encendido.

Emma estaba boca abajo, usando sus brazos como almohada, con sus ojos cerrados y respirando agitados luego de la sexta ronda de fuertes embestidas por parte de él.

Jungkook, de costado, deslizando sus dedos por todo el contorno de su espina, sonriendo y sintiendo su corazón explotar de esa estúpida taquicardia que solo ella ocasionaba.

— Deja de verme, no puedo dormir.

— ¿Quieres dormir? —ambos sonrieron

— ¿No te cansas? —abrió sus ojos viéndole con detención, el negó con lentitud.

Emma levantó medio cuerpo, apoyándose de sus codos, dejando sus pechos al aire, Jeon suspiro apenas los vio, un gruñido que ya no soporto en su pecho salió de su boca.

— En dos días se cumplen 8 años —el miro sus ojos y detuvo todo pensamiento, sentimiento e incluso el crecimiento de su miembro— ¿Como te sientes con ello?

— ¿Quieres hablar de eso? —se miraron fijo, el apoyo su espalda viendo el techo.

— ¿Tu... La sigues extrañando?

— No... Estás aquí, conmigo, y...

— Yo no soy ella...

— ¿Podemos hablar de otra cosa? —pidio cansado de repetir el tema, ella simplemente se volvió a recostar con la mirada en el fuego.

Nueva Luna.    ~terminada~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora