Nueva Luna. ~terminada~

☯ -10- ☯

┍━━━━━ Traiciones ━━━━━┙

Emma respiro profundo, levantó su vista viendo a los aldeanos que la miraban con pena, con el dorso de su mano quitó las gotas que caían por sus mejillas, cerró sus ojos y atrajo su aroma, el que nadie mas pudo sentir.

— Vamos a casa, Cariño — su loba estaba tan sentida como ella en ese momento.

Dio cortos pasos con la frente en alto, si Jungkook elegía a Leah, sería tan comprensible como pudiera, aunque por dentro, tenía las ganas de lanzarse contra ella y quitarle la cabeza de su cuerpo.

Su madre le enseño a canalizar sus poderes y lo hacía a la perfección con la ira de una Alfa

Jungkook sintió un vacío en su alrededor, algo faltaba, algo se alejaba de él, miro a Emma que ya entraba por la puerta de la gran casa, su aroma ya no estaba, lo había ocultado de nuevo.

—Joel, cuida de Leah... Necesito ir por mi Alfa —recalco la frase viendo a su ex Mate, dejándole en claro que ella ya no ocupaba espacio ni en su mente, corazón y mucho menos prioridades.

Corrió presuroso hasta la casa, necesitaba explicarle la razón del porque la llevo hasta ahí, una razón muy fuerte que no tenía nada que ver con añoranzas ni deseo, mucho menos amor.

El simplemente quería saber el por qué..

¿Por qué aparecía ahora?

¿Por qué después de 8 largos años?

¿Por qué en el momento en que ellos estaban más que bien?

Y lo más importante ¿Por qué ahora que estaban poniendo a prueba a su gente para saber quién era el traidor?

Kook ingreso eufórico, olfateando el aire del interior, buscando en cual de todos los grandes cuartos se encontraba ella, agudizó su sentido del oído y levemente pudo oír su agónico corazón.

— Prepárate, esto no será bueno

— Como me gustaría ser tu en este momento —subió las escaleras con sigilo, oyendo cada vez un poco más.

Abrió cada puerta de los cuartos sin poder encontrarla, baños y despachos.

— Malia no quiere hablarme. Están muy molestas las dos.

— No están aquí... —dijo cerrando el último cuarto

— Espera Jeon —dijo antes de bajar las escaleras, Kook volvió a girar viendo el pasillo — ¿No crees que las puertas están muy separadas una de la otra?

— Y las habitaciones no son tan grandes —murmuro, camino hasta quedar entre ellas — Escondió la puerta

— ¿Y ahora que?... ¿La rompemos? —Kook levantó su mano para tocar, dio tres golpes, espero unos segundos, retrocedió lo que mas pudo, tiraría la puerta o pared con tal de verla y explicarle todo.

Respiro profundo y con todas sus fuerzas azotó su cuerpo contra aquello. Sin notar, que Emma abría la puerta.

Jungkook salió 20 minutos después de la casa, dando portazos y con un genio que lo cargaba el mismísimo diablo, la furia podía verse en sus ojos oscuros y dilatados, dando órdenes a quien se le cruzace con un tono autoritario que jamás habían oído.

— ¿Sucede algo, Cariño? —escucho a sus espaldas.

— Mejor desaparece de mi vista, Leah.

— Vamos, Jungkook, entiendo que estés con ella ahora y me traicionaras, pero podemos convivir juntos —acaricio su espalda— recuerda a nuestros cachorros, recuerda lo bien que la pasamos, recuerda como disfrutábamos del otro.