|Felicity Smoak.

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𝙀𝙥𝙞𝙨𝙤𝙙𝙞𝙤 𝘿𝙞𝙚𝙘𝙞𝙣𝙪𝙚𝙫𝙚: 𝙁𝙚𝙡𝙞𝙘𝙞𝙩𝙮 𝙎𝙢𝙤𝙖𝙠.








































Ella caminaba frente a mí con un aire ligero por la entrada del bar que olía a humedad, desesperación, relaciones fallidas, divorcios y hombres incomprendidos que salían a beber un trago e intentar olvidar que su vida era horriblemente horrible.

No me sorprendió ver a Wells sentado cómodamente con una gorra negra que no ocultaba ni un poco su rostro que se veía como el científico idiota y velocista, dueño de Laboratorios STAR.

Escribía algo en una hoja grande que lucía como un plano de algún lugar con un marcador negro.

Caitlin me dio una mirada antes de tomar mi mano derecha y guiarme por el lugar hasta llegar a Wells, ambas tomamos asiento.

─Deberías alejarte de la cuajada de queso. Es adictiva─. Fue lo primero que dijo, con una sonrisa agradable.

El hombre soltó una sonrisa irónica al verme.

─Intentaré adivinar─. Comenzó en voz alta, mostrando su egocentrismo. ─Estás aquí sin el consentimiento del resto de tu fabuloso equipo─. Su mirada llegó a mí. ─Me sorprende que dejaras que hiciera esto─. Formé una mueca.

─Es muy determinada─. Me defendí, ignorando el hecho de que Caitlin me tenía en la palma de su mano. Lo cual era aterrador, demasiado. Y podría terminar mal en cualquier momento.

─Yo solo quería decirle que... ha sido difícil para todos tenerlo aquí─. Masculló en voz baja.

─Ya no tienes que preocuparte por eso, porque voy a irme─. Declaró.

─Podemos ayudarlo a salvar a su hija─. Sugirió, como un último intento. ─Sé que por eso quiere volver─.

Wells le dio una mirada al rotulador negro antes de ver con fijeza a Caitlin, no sin antes verme como si de alguna manera intentara leerme.

─Mira. Cometí un gran error al venir aquí─. Decretó lo obvio. ─Mi plan... era obtener la ayuda de Flash y usarla para detener a Zoom─. Apretó sus labios con impotencia. ─Mi plan falló. No tengo otro plan. Excepto regresar a casa y enfrentar a Zoom yo mismo─. Aceptó, rendido.

─Supongamos que logra volver a casa─. Hablé yo, llamando su atención. ─Si enfrenta solo a Zoom, morirá. ¿Qué de bien le hace eso a su hija?─.

─Oye, el mejor modo de salvar a Jesse es que te quedes aquí y trabajemos como un equipo─. Propuso, haciendo que el científico negara al instante.

Suspiré profundamente.

─No. Ahora, por favor déjenme en paz mientras descubro cuál de estas fisuras me lleva a casa─. Caitlin se levantó, molesta.

─Tiene suerte de que Cisco y el Profesor Stein no hayan encontrado la forma de cerrar las fisuras, si no, se hubiera quedado aquí─. Se levantó del asiento, al igual que yo.

Convencer a Wells había sido un rotundo fracaso.

─Esperen─. Pidió después de unos segundos.

Ambas nos detuvimos en seco.

¿Ahora qué quería? Ya nos había dejado en claro su decisión.

─Cerremos todas las fisuras─. Alcé una de mis cejas ante sus palabras y me giré a él con confusión.─Todas excepto una para que Zoom tenga solo una entrada a este mundo─. Encerró con el rotulador la única entrada que debíamos dejar.

Leah. | Caitlin Snow. | 1. | En Proceso.Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora