6: Letra A.

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Día 8.

Ya habían pasado tres días desde que dieron el aviso del viaje. Había estado trabajando lo más duro que podía para poder lograrlo, me levantaba más temprano de lo normal, comía antes que los demás para no tener contacto con ellos y me dormía mucho más temprano. Después de todo no tenía Internet y me aburría.

Justo estaba yendo a mi dormitorio cuando mi mamá se cruzó en mi camino.

—¿Qué es lo que te pasa, Harry? —Preguntó preocupada.

Fruncí el ceño —No me pasa nada.

—No has dirigido ni la mínima palabra más que a Liam cuando le dices que acabaste tus tareas ¿qué ocurre?

—Nada, estoy bien.

—Aislarte no es algo bueno ¿qué pasa, pequeño?

—No me llames pequeño — Le respondí.

—Siempre vas a ser mi pequeño — Dijo —ahora dime qué te pasa.

—Nada, me aíslo porque así parece ser mejor para todos, no los molesto con mi presencia arrogante e infantil y trabajo más.

—¿Por qué dices eso? He visto que trabajas más sí, y estoy feliz por eso, pero no eres arrogante, a veces si eres infantil, pero queremos que convivas con nosotros, cariño —Me dijo.

Y entonces me eché a llorar. Porque en este momento sentía que todo el mundo estaba encima de mí. Y que había estado cargando un peso. Mi mamá me abrazó y entonces me sentí más tranquilo. Mi mamá siempre me tranquilizaba desde niño. Y era algo que le agradecía.

—Ya, ya no llores, cielo —Murmuró aún abrazándome —Nosotros te queremos mucho, nunca pienses que no es así, los hermanos se hacen bromas y los demás se ríen de ello, pero eso no significa que se burlen de tu persona y que no quieran estar contigo ¿está bien?

Asentí.

—¡Anne! Oh la estuve buscando por toda la granja —La odiosa por de Karla se escuchó a mis espaldas —Le iba a avisar que la hora de la ducha se atrasara una hora.

—Está bien, gracias por el aviso —Le respondió mi mamá con una sonrisa.

Karla me miró y arqueo una ceja confundida. Sólo me limpié las lágrimas con la manga de mi camisa y me alejé de ahí dándole una mala mirada.

***

Unos toques se hicieron presentes en mi puerta. Rodé los ojos. Una cosa que odiaba era que hicieran que me levantara cuando ya estaba acostado. Al abrir la puerta me sorprendí al encontrarme con Karla. Eleve una ceja esperando que hablara.

—Yo... vine a disculparme por lo de, ya sabes, por cómo te llamé y todo eso que dije —Habló —De verdad, lo siento.

Fruncí el rostro ¿en serio se estaba disculpando?

—No creo que lo sientas de verdad.

—En realidad sí, no soy una persona que actúa como lo hice ese día, no me gusta discutir y menos con personas que apenas conozco —Dijo

—¿Y qué ganas con disculparte?

—No quiero que estemos enojados, podemos llegar a ser buenos amigos.

—¿Amigos nosotros? —Me reí involuntariamente.

Ella asintió.

—Mira Harry, yo vine a disculparme, no a que te burles de mi —Dijo tranquila —La otra noche en el estanque vimos que podemos platicar tranquilamente y que podemos ser amigos, pero es decisión tuya.

Suspiré ¿ser su amigo? No tenía a nadie con quien charlar más que con mi familia, y algunos trabajadores. Pero no tenía un amigo.

—¿Amigos? —Pregunté y ella asintió de nuevo, lo pensé un momento y asentí —Bien, creo que voy a olvidar que me dijiste machista, infantil y eso y seré tu amigo.

Ella me dio una tímida sonrisa.

—De verdad lo siento, si eres un poco arrogante pero no eres eso que dije, no de mala manera.

Los dos reímos. Ella extendió su mano en señal de trato y la tome, su mano era suave y más pequeña que la mía, y luego nos dimos un apretón de manos.

—¿Amigos? —Preguntó.

—Amigos —Le respondí.

Día 9.

El señor Julián Hullbert nos reunió a todos de nuevo, dando un aviso diciendo que había una letra escondida en alguna parte de la granja con la inicial del país que se visitaría en el viaje.

Al principio pensé que era algo ridículo, como cuando buscabas huevos en pascua por el jardín del Kínder. Luego me di cuenta de que sería bueno tener una pista.

Estaba acomodando la paja como el primer día y cuando levanté un montón de esta, un pedazo de cartón cayó al suelo. Lo levanté con curiosidad, era color rojo y tenía la letra A ¿por qué había eso ahí?

Oh, era una letra. Tal vez esa era la letra de la que hablaba el señor Hullbert.

¿Un país con la letra A? ¿Había países que su inicial fuera A? No podía pensar en ninguno ahora mismo.

***

—Tal vez es Alemania — Dijo Gemma.

Sí, ya nos hablábamos de nuevo. Ya se me había pasado el enojo.

—No lo sé, habrá que esperar —Le dije.

Yo en realidad no quería que nadie de mi familia fuera al viaje. No porque no los quisiera, los amo, pero quería que este viaje fuera para mí sólo.

—Tal vez es Ámsterdam —Opine.

—Ámsterdam no es un país, es una ciudad.

Me encogí de hombros y seguí con mi comida. La cual estaba deliciosa, era patata asada con queso, champiñones, tocino y jamón.

Liam llegó junto con Karla a sentarse al lado de Gemma y sonrió.

—Veo que ya se hablan de nuevo —Dijo.

—Bueno, somos hermanos, no podemos estar peleados para siempre —Dijo mi hermana.

—Era cuestión de que se me pasara el enojo —Dije.

Ella tenía una enorme sonrisa en su rostro, la cual daba miedo.

—¿Estás feliz por algo en particular? —Le pregunté a Karla y ella asintió sonriente.

—Mi tío me dijo a qué país irán las diez

personas —Dijo.

—¿A cuál? —Pregunté interesado.

—No tengo permitido decirlo.

—¿Empieza con A?

—¿Cómo lo sabes? —Preguntó.

—Encontró la letra —Dijo mi hermana.

—Bueno, sí, empieza con A, y es un país muy hermoso.

***

Nota: ojalá les haya gustado, ¿tienen alguna idea de qué país puede ser?
Por favor déjenme su hermoso comentario diciéndome que les pareció. Y también píquenle a la estrellita para votar ¡es gratis! Ah xd. 

-K. xx.

Angelic Organics (h.s.)Where stories live. Discover now