20: Torre de Sidney.

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Multimedia: Vista panorámica de 360° desde la Torre de Sidney.

(Les ruego con mi alma que voten :3)

29 de julio

Sentía que iba a morir. Estábamos a trecientos nueve metros de altura. Era horrible aquí, ni siquiera sabía por qué había venido, si sé que le temo a las alturas. Esta torre podía caerse en algún momento.

¡Estaba sosteniéndose en algo más delgado que la punta de la torre! ¿Cómo podía aguantar tanto peso?

—Si te sirve de consuelo, estamos a doscientos cinco metros de altura, ya que los trecientos nueve son contando la punta— Mencionó Karly.

—No me sirve de consuelo—Respondí.

—No seas gallina, ¡ven a ver la vista! —Dijo Oscar.

—Estoy lo suficientemente cerca de la orilla para poder ver—Dije.

Mi hermana rodó los ojos.

—Harry, estás parado en el centro de la torre, agarrado a una mesa—Dijo ella.

Me solté, sentí que todo se movía a mí alrededor. Pero tuve la fuerza de no agarrarme de nuevo.

—Estás tan pálido, muchacho—Dijo el señor Hullbert— Si te sientes mal, nos iremos.

Todos me miraron mal al mismo tiempo y sonreí.

—No, está bien... estoy disfrutando de esto—Mentí, pude escuchar la risa de Félix.

Todo era bonito, debía admitir, pero me pregunté por qué no podían ponerlo pegado a la tierra. Había dos restaurantes. Los cuales tendrían más clientela si estuvieran sobre el piso.

—Vamos Harry, mira, de aquí se ve la Feria a la que fuimos la otra vez, y también se ve el océano, ¡y los edificios son hermosos! —Describió Karly.

Quería acercarme a ella y disfrutar la vista a su lado. Pero no podía. Mi miedo era más grande.

—Si fuera a caer ahora mismo ¿no me salvarías? —Preguntó ella.

—Claro que sí—Respondí.

Entonces ella caminó hasta la orilla y se dejó caer. Cerré los ojos y al abrirlos ella seguía delante de mí.

— ¿Estás bien? —Preguntó—Te quedaste ido un momento.

—Estoy bien—Asentí.

Siguieron hablando y tomando fotos mientras yo me encontraba aislado. Ni loco me acercaba a la orilla.

—Aquí dice que esta torre es la segunda más alta del hemisferio Sur—Dijo Mariana.

— ¿Escuchaste eso, Harry? —Preguntó Karly y después levantó una de sus cejas—Podríamos estar aún más alto.

Fruncí el rostro y ella rio.

—Si vienes aquí te daré lo que quieras—Dijo.

—No me interesa tu oferta, gracias.

—Lo que quieras—Repitió.

Era tentador. Pero no me convencería.

—Tengo hambre—Cambié de tema.

—Yo también—Dijo Mariana— ¿Vamos a comer señor Hullbert?

Este asintió, todos comenzaron a caminar hacia uno de los restaurantes, yo iba a ir detrás de ellos pero Karly me jaló de la muñeca para arrastrarme hasta la orilla de la torre. Estaba cerrado, tenía ventanales. Pero aun así era horrible.

—Tomate una foto conmigo y te dejaré ir—Dijo—Pero sonríe sincero, no con miedo.

Asentí rápidamente.

Ella tomó su cámara y la enfocó en nosotros. Sonreí sin mostrar mis dientes y ella tomó la foto. Al verla ella sonrió aún más.

—¡Salió muy bien! —Exclamó emocionada, lucía muy tierna—Ahora sí, vayamos a comer.

***

Había logrado calmar mi miedo mientras comía, pero seguía con el estómago revuelto. Todos hablaban, así que yo también quise hacerlo.

—Chicos, tengo un chiste—Dije.

—Cuéntalo— Dijo Gemma haciendo una mueca.

— ¿Cuál es el árbol más valiente?

Todos me miraron sin saber la respuesta.

—La palmera, porque duerme con el coco—Respondí riendo.

Unos rieron, otros sonrieron —tal vez por lastima—, y mi hermana rodó los ojos porque ya se lo sabía.

—Necesitas actualizar tu repertorio—Dijo ella.

—Cállate amargada—Le respondí y ella me mostró su dedo corazón. Sus dedos eran muy largos—Pareces E.T—Le dije.

—Tú pareces un idiota y no te digo nada—Me contra—atacó.

—Tú tienes...

—Ya basta muchachos—Dijo el tío de Karly.

—Ella/él empezó—Dijimos los dos a la vez.

***

—Quiero aprender francés, español, chino, japonés, canadiense...

—En Canadá hablan inglés y francés tonto—Me dijo Karly.

—Bueno Franingles, el nuevo canadiense —Dije y ella rio.

—¿Para qué tantos idiomas?

—Ya te lo había dicho ¿no? —Le pregunté— ¡Quiero viajar por el mundo!

—Sí, pero pensé que contratarías a un traductor o algo—Dijo.

—No, no quiero depender de alguien para comunicarme—Le dije —Voy a estudiar idiomas.

—Pensé que ya estudiabas algo—Dijo.

—No, este año comienzo mi carrera verdaderamente—Le expliqué.

—¡Yo también!

—Sí, ya me lo habías comentado—Reí.

Mi estómago gruñó y Karly miró confundida hacia la televisión.

—¿Qué fue eso?

—Mi estómago, se está devorando a sí mismo—Reí—¿Quieres ir al restaurante del hotel?

—Sigo llena, pero te acompañare—Sonrió.

Mientras yo cenaba, ella se dedicaba a charlar sobre muchas cosas y yo solo le contestaba o asentía. Estar con ella era sumamente interesante. Nunca se iba a quedar sin un tema de conversación.

Me gustaba estar con personas así. Con las que nunca te aburrieras.

Ella había llegado a mi vida de una manera no muy convencional, como cuando conoces a alguien en la escuela o en una cafetería. Sino en una granja. Era una chica muy inteligente y fuerte. Y muy Linda.

Estaba feliz de estar enamorado de ella.

Porque el amor llego a mí, drogándome y convirtiéndome en un adicto.

Y nunca habría querido ir a un centro de rehabilitación.

***
Nota:
#EnamoradosAnonimos ahre.

( ͡° ͜ʖ ͡°)
-K.

Angelic Organics (h.s.)Where stories live. Discover now