Capitulo 15

1 0 0
                                    


Tres días pasaron desde que estoy internada en este hospital, me han venido a visitar mis amigos, a decir verdad, mucha gente vino a verme, entre ellos mis hermanos, se quedarían unos meses para poder cuidarme. Entre todos mis amigos, también habían venido Asher, Mason y Ben, incluso vino Emma, esta está internada en el mismo sector que yo, oncología, por lo menos tenía con quien pasar el rato, después de esperar por horas, que luego se convirtieron en días, Demian no apareció.

Según lo que me habían dicho Mason, Ben y Asher, se encontraba muy ocupado, pero ni siquiera respondía mis mensajes, en ese momento supe que no estaba ocupado, supe que no quería ver como poco a poco me iba muriendo, supuse que no sería fácil para él verme en este estado, asique al segundo día deje de mandarle mensajes, tratando de olvidarlo, aunque eso era imposible, porque personas como él son imposibles de olvidar, y en el fondo sabia que, no hay nada como nosotros.

Aunque él no me visito, nunca perdí la esperanza de que Demian cruzara esa puerta, pero por más que espere él nunca llegó, no mentiré, claro que me dolió, pero lo comprendía tanto que no estaba enojada, después de todo ¿Quién se enamoraría de alguien que va a morir? Ahora me recrimino de no habérselo dicho antes, tendría que haberle advertido que si él no estaba listo para soltarme, entonces nunca me hubiese tomado.

Luego de una larga conversación con Emma, había decidido seguir el tratamiento, hoy comenzaría la quimioterapia y aunque estaba malditamente asustada, lo acepte, acepte que debía hacer esto y que quería vivir aunque sea un día más.

"Vive, Abilene, si eso te ayudara a vivir aunque sea un día más, hazlo, has todo lo posible para vivir un poco más, nada es más valioso que tu vida, asique lucha."

Las palabras de Emma estaban en mi mente, como una grabadora, estaba tan agradecida de haber conocido a Emma, esa chica de dieciséis años me había enseñado, que nunca hay que dejar de luchar. Por más cansado que estés, nunca dejes la batalla a mitad de camino.

"-¿Lucharas conmigo?- pregunté con temor, la chica frente a mí sonrió, para luego asentir

-Lucharemos juntas, Abilene, juntas lucharemos contra la muerte- respondió Emma, tomando mi mano y dando un leve apretón"

La primera quimioterapia había sido casi mortal para mi, mi cuerpo no tenia energías, sentía como cada minúscula célula me dolía, solo termine durmiendo todo el día, sin poder despertarme hasta el día siguiente, los vómitos llegaron después y aunque estar viviendo de esta manera era un fastidio, estaba viva y eso importaba lo suficiente como para seguir adelante.

-¿Cómo te sientes?- me preguntó el doctor Harris, mirándome de soslayo mientras hacia la revisión diaria

-Estoy bien- asentí, mirando hacía la ventana que daba hacia el jardín del hospital- ¿Crees que pueda salir un rato al jardín?

-Sí, puedes salir un rato. Hoy no tienes quimioterapia, la segunda sesión es el martes- respondió, terminando con la revisión y mirándome con una sonrisa- No hay nada fuero de lo habitual. No vemos, Abilene.- se despidió con una sonrisa labial, para luego perderse tras la puerta.

Solté un suspiro y sonreí mirando hacia afuera, me levante con cierto pesar, en definitiva hoy era un buen día para dar un paseo y lo aprovecharía como si fuera el ultimo.

El jardín era espacioso y lleno de naturaleza, con pacientes por doquier, se me hacía inevitable no sonreír al ver aquellos niños con batas de hospital jugar y reír, se veían tan llenos de vida, tan aferrados a sus sueños, que en cierta manera me daba lástima y quizá nostalgia, porque yo era igual.

La verdad de todo esto, era que los sueños venían envueltos en algo bello y brillante, con esperanza, con anhelo, pero también con desilusión, dolor y perdida. Una vez que un sueño muere te deja con un cierto vacío, tan profundo y agobiante.

Lluvia de NoviembreWhere stories live. Discover now