Epílogo

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Las ansias no me dejaban tranquila, ya que casi se había cumplido el plazo que me había indicado Toni, no creo ser capaz de irme sin al menos saber alguna noticia de él.

Estoy por salir a buscarlo cuando una llamada me detiene, todo indica que es un numero desconocido, contesto apresuradamente ya que incluso se podría tratarse de Toni.

— ¿Toni, eres tú? — dije nerviosa. Pero no hay respuesta del otro lado de línea, solo se escucha la respiración de alguien — ¿Quién eres?

— Tú ganas, por ahora prometo no molestarte, dejar que vivas tu vida después de todo te he atormentado demasiado con mi presencia, así que disfrútala mientras puedas. — pude identificar la voz de Jack o mejor dicho de Jacky — Nos volveremos a ver algún día, cielito...

Aquella llamada me dejo muchas dudas, ya que apenas me dio cuenta a procesar todo, porque no me dio tiempo a responderle, que tuvo que pasar para él se diera por vencido. Trato de disipar las dudas saliendo la habitación por algo de aire fresco, pero me encuentro con una grata sorpresa.

— Wow, cual es la prisa — me choco con el torso de alguien, que al principio me costó darme cuenta de quien se trataba, alzo la mirada para encontrarme con esos ojos azules que me recuerdan tanto a él.

— Toni... ¡¡Dios Mio!! que te paso — inspecciono más a detalle su rostro y veo un par de golpes y moretones.

— Estoy bien no es nada grave, ahora si podemos irnos tranquilos, nadie nos molestara — me adentra a la habitación para tomar nuestras cosas.

— No tranquilo, te sientas para currarte esas heridas — lo empujo para tome asiento en la cama y me dirijo al baño para buscar un pequeño botiquín para limpiar esas heridas. — Dime la verdad ¿qué hiciste? — dije en un tono serio.

— Dije la verdad... auch... le dije la verdad a Conway, por eso estoy así — dijo señalando su rostro.

— Y solo te dejo ir, así como si nada — el solo asintió en respuesta, decidí no indagar.

— Gracias — Detengo mi acción, ya que me dejo sin palabras.

— ¿Por qué?

— Por perdonarme y aceptarme a pesar de todo el daño que te cause — me toma por sorpresa y me abraza por la cintura — Merecemos ser feliz, Lauren...


Diez días después...

Me encontraba a la orilla de la playa apreciando el movimiento de las olas y disfrutando de la relajante brisa, después de aquel día fui a buscar a Matthias a Los Santos para luego encontrarme con Toni en Italia, como aún sigue siendo alguien buscado por las autoridades no pudo acompañarme, pero desde que llegamos fui bien recibida por su madre al principio tenía miedo de que, ya que tenía dudas si esto era lo correcto, pero decidí dejar el miedo y atreverme.


— ¡Mami! Vámonos que papá prometió enseñarme a manejar bicicleta — el pequeño Matthias me saca de mis pensamientos abrazándome por las piernas.

Desde que Mathi conoció a Toni por primera vez, lo primero que dijo al verlo fue "Papá" y no me atreví a explicarle que aquel hombre que tenía al frente no era su padre, Toni al igual que yo se sorprendió, pero lo acepto sin decir nada.

— Lo siento desde que se lo mencioné no ha dejado de brincar, y pues ya no pude retenerlo más — Toni me toma de la cintura para darme un beso en la cabeza.

— Bien no haremos esperar más al niño que por lo visto no cabe de la emoción — dije dedicándole una sonrisa.

— Definitivamente eres lo mejor que me ha pasado...




Tú no eres mí Gustabo ~ [Londoneye, GTA Roleplay]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant