Sombra de Lágrimas (Nueva Versión) ©

Capítulo 12

— Mónica —
Las bodegas 

Todo mi cabello volaba de un lado al otro, si algunas de las personas llegaran a salir de sus casas y me vieran así, me confundirían con la llorona o con algo mucho peor. Capaz y me avientan algo en la cara.

Por poco y les pierdo el rastro, casi doy contra la pared, no me había dado cuenta de que traía una agujeta desamarrada, desde niña me ha costado demasiado aprender a atarlas, solo les hago un nudo mal hecho, ya en varias ocasiones me he caído por eso mismo. Ni venido tutoriales aprendo.

—¿Ya están todos adentro? —pregunta Landon, mirando su reloj.

—Si, solo faltamos nosotros tres.

Vuelvo a esconderme, pero esta vez detrás de un árbol, ya me estoy arrepintiendo de venir, era mejor quedarme en casa.

—Entremos, no los quiero hacer esperar.

Donovan abre las grandes rejas, pensé que las cerrarían, y no fue así, las dejó medio abiertas.

—Muy bien, Mónica, es ahora o nunca —me susurró a mi misma.

Espero a que los tres ingresen aún más adentro, cuando lo hacen, corro para seguirlos, sé que esto no es una muy buena idea y en cualquier momento se pueden dar cuenta de que los estoy espiando y me podría meter en problemas.

La primera vez que vine aquí con mis hermanas, el lugar tenía un poco más de iluminación, apenas y logro ver por donde voy.

—Mierda... —todo mi zapato izquierdo de lleno de lodo.

Quiero pensar que si es lodo y no otro cosa.

—¿No los siguió nadie? —un hombre de cabello canoso les abrió la puerta. Verificaba para varios lados.

—No, a nadie le interesa venir a este lado del pueblo —responde el castaño.

Ja, déjame decirte una cosa, Donovan, te equivocas demasiado en eso, porque yo soy bien chismosa y me da curiosidad todo.

—Pasen.

De puntillas, corro lo más rápido que puedo para que la puerta no se cierre, tuve que agarrar un trozo de madera, es la única forma de dejarla medio abierta. Con el poco espacio me constará un poco ingresar. Primero metí el pie izquierdo, después la mitad de mi cuerpo, con la ayuda de mis manos, me recargo en el marco de la puerta y empujo todo mi cuerpo, para mi desgracia, caí contra el suelo.

—Auch...

Me esperé unos segundos paralizada en el suelo, fue demasiado fuerte el golpe que me di, de seguro alguien me escuchó y en cualquier momento pueden venir para acá. Me esperé por varios minutos tirada y no venía nadie. Cuidadosamente me levanto, sacudo mi ropa y manos rapadas.

El ruido de máquinas me alarmaron, era muy raro el sonido, pero era de algo si estoy segura, ese sonido proviene de máquinas industriales.

—Tráiganlo —una voz gruesa detuvo mis pasos.

Era un señor vestido de militar, estaba parado a lado de una mesa de cirugía. Donovan, James y Landon estaban ahí, pero había alguien más con ellos... Blake.