𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃𝐘 𝐌𝐎𝐎𝐍 | ❝Escuchas a la criatura acercarse sigilosamente por detrás. Ya no tienes tiempo❞
𝐋𝐎𝐂𝐎𝐒 solía ser la palabra con la que eran descrita la Familia Addams, sin embargo, en esas paredes que ocultaban aquella hermosa relación...
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🔮: Me importas. ━━━━━━━━━━━━━━━
—No debes acompañarme a todas partes —le menciona ella, caminando delante suyo y levantando el teléfono para ver si le agarraba señal.
Llevaban como media hora recorriendo el bosque para lograr llegar al sitio que Merlina había indicado, las nubes comenzaban a volver grises y una lluvia se aproximaba lo cuál alertó a Caos. Se quedó quieta en un punto cuando al fin la señal llegó, viendo si el mensaje que le había enviado a una de sus compañeras que se había quedado en la academia había llegado, pregúntale por su perro.
Xavier caminó hacia Caos. Él la miró, entrelazando sus manos y comenzando a caminar nuevamente cuando la chica lo hizo.
—Lo sé, pero estás loca. Y si haces una locura, quiero acompañarte —acaricia su mano, viendo a la chica sonreír levemente.
Si bien el llegar en aquella locación les costó, pidieron al fin encontrarlo, llegando a una vieja choza con escombros caídos y con una dudosa higiene.
—Caos...—dice Xavier, agarrándola más fuerte de la mano cuando está hizo el amago de entrar.
—Estuve en un psiquiátrico, puedo con esto —suelta su mano lentamente, dejándole un vacío al chico al ya no sentir su frío tacto.
El crujir de las hojas comenzó a llegar a sus oídos, la madera era demasiado vieja, pero sabía que no era la verdadera locación ya que aún siendo vieja la madera se podía ver los clavos recién colocados por los techos al igual que algunas bolsas de cemento al final de la choza indicando que harían un piso. Tal vez sea para algunos cazadores o algo así, entonces no le tomó tanta importancia, delineando con sus manos lentamente la madera y frenando en un pequeño hueco.
Grande fue su susto al ver unos ojos saltones inyectados con rabo al otro lado, gruñéndoles y luego salir corriendo en la lejanía del bosque. Caos no dudó en ir detrás de aquella criatura, ignorando los gritos incesantes de Xavier llamándola.
Aquella criatura corría con demasiada velocidad, tanto que Caos casi la pierde, frenando en un punto central del bosque dejando de oír todo, sintiendo un fuerte zumbido en su oído. Si bien a estas horas se imaginaba regresando a Jericó la idea de ser perseguida por un monstruo no le disgustó.
—A ver qué tanto me sirvió ser perseguida por un puma el año anterior —murmura rápidamente girando, al ver al monstruo detrás suyo, gruñéndole—. Ven a mi, cosa fea.
Y cuando el monstruo dió su primer paso soltando un fuerte rugido, ella salió disparada. Corriendo como si su vida dependiera de ello, e irónicamente, lo hacía. El cielo no estaba solamente nublado ahora era acompañado por una lluvia que golpea el cuerpo de cualquiera y evitaba poder ver con claridad el paso, sintiendo lodo en sus andares cansadores con el fin de salvarse de aquellas furiosas garras.
