Paraíso Destiel

Capítulo 2 : Dom!Dean Smith/Sub!Castiel

Trabajar para Dean Smith como su secretario fue una de las mejores elecciones que hizo Castiel. Claro, la paga era buena y su jefe lo trataba bien. Mejor que otros, pero a él no le importaban esas cosas. Casarse con él y brindarle grandes placeres después de un día estresante encabezaba la lista. Aunque tenían que mantenerlo en secreto, o Castiel podría perder su trabajo. Sabía todo el trabajo duro que Dean tenía que hacer, por lo que en su mayoría eran rapiditos en su oficina con Castiel inclinado sobre el escritorio y Dean embistiendo su palpitante polla dentro de él. Hoy era el día libre de Dean, lo que significaba que Castiel tenía una sorpresa para su esposo cuando llegara a casa después de hacer las compras.

Castiel estaba tirado en su cama tamaño king. Estaba completamente desnudo a excepción de sus bragas favoritas que tenía puestas. El material estaba apretado en los lugares correctos, y no hizo nada para ocultar su excitación. Sacó la caja negra de sus juguetes para que Dean escogiera cuando regresara. Estaba mareado de emoción y era difícil no tocarse a sí mismo. Apretó las manos en puños apretados y cerró los ojos. Se imaginó todas las cosas que Dean le haría. Las imágenes explícitas hicieron que la parte inferior de su estómago se revolviera en el buen sentido.

Una mano agarró su rodilla, y el toque hizo que Castiel jadeara. Sus ojos se abrieron para mirar a los ojos verdes de Dean. No había notado la llegada del hombre mayor, pero ahora que estaba aquí, Castiel lo deseaba tanto. Agarró la camisa de Dean y tiró de él hacia abajo para conectar sus labios. Envolvió sus piernas alrededor de la cintura del hombre y gimió en el sucio beso.

Dean se rió de lo ansioso que estaba Castiel. Se apartó del beso y se inclinó hacia atrás para mirar por encima del cuerpo ágil de Castiel. Deslizó su mano desde la rodilla de Castiel hasta la cinturilla de las bragas rosas y tiró de ellas.

"¿Todo esto por mí? Debe ser mi cumpleaños, pero si mal no recuerdo fue hace meses."

Dean bromeó y le sonrió a Castiel.

"He notado lo estresado que has estado y es tu día libre, así que decidí vestirme para la ocasión".

El agarre de Castiel se hizo más fuerte sobre Dean, y él se inclinó para susurrarle algo al oído.

"Puedes hacerme cualquier cosa".

Dean hizo un pequeño ruido en la parte posterior de su garganta ante la respuesta. Agarró el muslo de Castiel con fuerza. El anillo de bodas que llevaba probablemente dejaría una marca en la piel de Castiel.

"Sobre tu estómago entonces".

Castiel desenredó sus miembros de Dean y se dio la vuelta sobre su estómago. Sacó el culo; el puesto que más le gustaba a Dean. Miró por encima del hombro a Dean, quien tomó la caja negra y la abrió. Sacó las gruesas esposas de cuero que tenían.

"Manos detrás de tu espalda, ángel".

La voz ronca de Dean hizo temblar a Castiel con anticipación mientras cruzaba las muñecas detrás de su espalda. Dean agarró sus muñecas y aseguró las esposas.

"¿No están apretados?"

"No señor."

Dean frotó la espalda de Castiel para calmarlo. Podía sentir lo tenso que estaba su submarino en este momento.

"Dime que pare cuando sea demasiado, y no te corras hasta que yo te lo diga".

Esa fue la única advertencia que recibió Castiel antes de que Dean le diera todo para aliviar su estrés. Recuperó otro artículo de la caja que Castiel no podía ver desde su posición. Confiaba en Dean, así que sabía que el hombre no lo lastimaría a propósito. Aunque a Castiel siempre le gustó el dolor mezclado con el placer.