Capítulo: 15.

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— Naruto, ¿recuerdas lo qué te dije acerca de la privacidad de las personas? — inquirí.

— ¿Es el primer día que se conocen y ya tiene secretos entre ambos? — preguntó, queriendo sonar divertido, pero pude identificar en su voz algún tono amargo muy bien camuflado.

— Uuuy. — bromeó Sakura, atada de la cintura de Naruto.

La fierecilla refunfuñó palabras ininteligibles.

Mire a Lee, quién mantenía su mirada fugaz, primero mirando el piso, luego a mi, después a Sakura y por último a Naruto, para después volver al piso. Imaginé que estaba ideando alguna forma de salir del embrollo.

— ¿Sabes, Sakura? — dije, como sí nada — Creo que invitaré a salir a Kiba. — solté, no muy segura de lo que estaba haciendo; pero si algo había que distrajera a Sakura de emparejarme con Lee, era emparejarme con alguén más.

Funcionó, la mirada de todos se posó sobre mi. La de Lee, agradecido por haber cambiado de tema; la de Sakura, resplandeciendo de emoción, y la de Naruto, sería, inexpresiva.

— ¿En serio? — grito de emoción.

— Si, la verdad es que es un chico muy agradable y muy lindo además. — dije, al fin y al cabo eso sí era verdad.

— ¿Y cuándo? — se soltó de la cintura de Naruto y ató su brazo al mío, haciéndome caminar y separándome de Lee.

Ellos nos siguieron muy cerca.

— No lo sé, mañana quizás. — me encogí de hombros, indiferente.

— ¿Entonces te gusta kiba? — me preguntó y miré por la colilla del ojo a Naruto, quien iba un paso atrás de nosotras junto con Lee, repentinamente atento, de nuevo.

¿Qué iba a decir? si decía que sí, Sakura especularía bastante hasta llegar a los planes de boda, era capaz, sí decía que no, entonces concordaría en nada con lo que ya había dicho antes, y quedaría como . . . una tonta.

— Pues . . . em . . . — tartamudeé.

— ¡Chicos miren eso! — interrumpió Lee, señalando hacía una góndola — ¡Quiero subir!

— ¡Yo también! — dijo Sakura.

— ¿Qué dicen, chicos? — preguntó Lee.

— Em . . . bueno yo . . . paso. — confirme, no tenía muchos ánimos de subir y andar sobre las aguas.

— Yo también. — dijo Naruto, con las manos en los bolsillos — Vayan ustedes, nosotros los esperamos.

Capté la situación entonces, Naruto y yo, solos de nuevo. La fierecilla brincó de alegría, y su grito era completamente entendible: ¡Si, si, si si!

— ¿Quieres ir, Sakura? — pregunto Lee.

— Si, hace mucho que no me subo a una, pero quiero que Naruto y Hinata vengan también.

— Perdóname, Sak; de verás, yo paso. puedes ir tú, Naruto. — dije al interpelado — No se preocupen por mi, yo los espero.

— No, vayan ustedes. — dijo él — Esperaremos aquí. — sonrió y besó la frente de Sakura.

— Aguafiestas. — se quejó Sakura, pero igual se alejó junto con Lee hacia la góndola.

Pero antes, Lee me miró y me guiñó un ojo disimuladamente, entonces caí en la cuenta de que había hecho lo mismo que yo había hecho antes con él; sacarme de una situación incómoda.

Cuando se perdieron entre la multitud, me giré a mirar a Naruto.

— ¿Por qué no fuiste? — le pregunté.

Manual de lo Prohibido → NaruHina.Where stories live. Discover now