Capítulo 3

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Después de aquel incidente en la azotea, Bakugō fue mandado a llamar por el profesor a cargo de su sala. Fue severamente regañado y estuvo obligado a disculparse con Todoroki o mandarían a llamar a sus padres, diciendo que si no fuera por la súplica del Todoroki lo hubieran suspendido.

Y quien lo había delatado ni siquiera fue Shōto, sino que fue Izuku.

Después de salir de la sala de profesores, la cara de Bakugō solo mostraba una expresión asesina. No miró a Midoriya ni a Todoroki, solo se fue en silencio, dejando a ese par atrás.

-Lamento que tengas que pasar por todo esto Todoroki-kun. Kacchan no debe quedar impugne ante sus acciones.

Izuku se disculpó sinceramente, esperando que Todoroki no se sintiera mal.

-No necesitas lamentarte, lo hiciste bien.

Dijo con suavidad, pero de alguna manera Midoriya sentía un gran peso sobre su cuerpo, fue incapaz de moverse.

-Pero... No vuelvas a hacerlo si no te lo pido.

Y Todoroki le sonrió de manera suave y dulce, mostrando una suavidad inigualable que podría devastar el corazón de las personas. Midoriya se sentía embriagado y simplemente asintió. Era un veneno mortal extremadamente dulce que consumió sin pensarlo. Su mente abrumada no pudo encontrar el error en las palabras de Shōto y solo las aceptó, como si fueran una verdad absoluta.

Y así fue como se sumó uno más al nido de los pecadores.

Al final de día, el corazón de los humanos era demasiado susceptible.

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Pestañas largas. Ojos brillantes. Labios rosados. Piel blanca. Y una actitud impecable.

Ese era el recién llegado. Todoroki Shōto.

Un alumno perfecto en toda regla.

Un sujeto inteligente, prudente, educado y amable. Como un principito salido de un cuadro. Por donde pasaba robaba los corazones de las personas, sea quien sea. Adultos, jóvenes, mujeres y hombres. Era imposible que no te gustara. Era demasiado bonito y perfecto. Casi irreal.

Excepto por uno.

Bakugō Katsuki. El matón de la clase. Un tipo sin ley ni moral. Un sujeto que hacía lo que se le daba la gana. No había forma de detenerlo.

Pero cuando vieron al encantador príncipe siendo intimidado por él, no dudaron en pararse por delante para proteger a la encantadora hada. Y el primero en hacerlo fue incluso el más débil de la clase.

Izuku Midoriya.

-¡Kacchan para!

Gritó con fuerza, solo para después ser golpeado al suelo, recibiendo una patada en las costillas. Haciendo que se retuerza del dolor.

-¡Cállate jodido Deku!

Y el salón quedó en rotundo silencio, observando la escena violenta, todos estando con el corazón en la boca. Nadie se atrevía a dar un paso adelante para parar la situación.

-Seguro que te crees muy superior ¿No bastardo?

Shōto solo bajó sus largas pestañas, cubriendo la luz de sus ojos, mostrando una apariencia lamentable y frágil, como una hermosa flor delicada a punto de ser arrancada por manos maliciosas. No dijo nada y tampoco reaccionó, como si aceptara su cruel destino. Daba una apariencia angustiante a quien lo viera.

-¡Responde cuando te hablo!

Pateó la mesa, mientras se acercaba, pero unas manos lo detuvieron. Eran sus "amigos".

Peccata [Todobaku]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant