Nos vemos después; (Lee Jeno)

Confusiones

—Nana, me estás arrugando la blusa. —Me quejo intentando quitar la mano del chico de mis ropas. Pero este se agarra más fuerte sin mirarme.

—Tengo nervios, Cass. —Susurra el de cabellos naranja, mirándome como perrito asustado.

—Nos irá bien, practicamos harto. —Poso mi mano en la de él, dándole aliento.

—No sé, mi nivel de inglés es como si un niño de cinco años estuviera hablando. —Este deja caer su cabeza en mi hombro, soltando quejidos.

—Entonces deberías tener buen nivel. Se supone que a los cincos años ya debiste haberte desarrollado lo suficiente para poder comunicarte de manera fluida y coherente. Si un niño cumple los cinco años y habla mal, significa que hay algún problema cognitivo que afecta el habla. Quitándole el hecho de que obviamente va a tener un vocabulario básico pero funcional... —Tomo aire pero la mano de Jaemin me detiene.

—Suficiente, no ayudas.

Me quedo callada como mi compañero pide, sólo siendo apretada y soltada mi mano por parte de él. Hacía exactamente lo mismo que yo cuando algo lo ponía nervioso.

—Sé que lo puedes hacer. Además, le disertaste a Yang Mi y Winwin, —Lo intento mirar con una sonrisa. —y ellos dijeron que lo hiciste bien.

—No vale, el nivel de inglés de esos dos es igual o peor que el mío. —Nana suelta un largo suspiro, derritiéndose en su silla mientras miraba la presentación de adelante.

—Siguiente grupo. —El profesor llama haciendo un gesto con la mano.

Jaemin se toma de mi muñeca antes de que me pueda poner de pie, negando lo más rápido posible con ojos de súplica.

—¿Por qué no lo hacemos mejor otro día? —Susurra casi abrazando mi brazo.

—Porque me iré a Estados Unidos en unos días. —Miro hacia adelante, notando que el hombre mayor movía su lápiz con impaciencia. —Yo no necesito dar esta presentación, lo hago para ayudarte. ¿Quieres hacerlo solo?

Na me mira horrorizado ante la idea y vuelve a negar con insistencia.

—Entonces levanta tu trasero y hazlo como practicamos. —Tomo su mano y le doy un apretón para tranquilizarlo, bajando las escaleras del pequeño auditorio para ir hacia adelante y avisar que éramos los siguientes.

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Mis dedos juegan con los cabellos color naranja de mi compañero, que seguía aferrado a mi bolso mientras dormía. Lo habíamos hecho excelente a mi parecer y eso tenía más relajado al mayor. En un principio titubeó y se le olvidaron algunas cosas, pero al pasar los minutos fue capaz de dar una presentación bastante a la altura de lo que nuestro profesor pedía.

Ahora, el chico descansaba a mi lado, durmiendo todo lo que no durmió estos días de ensayos. La verdad, yo también debería estar durmiendo y descansar, pero en unos minutos debía almorzar y si no lo hacía a mis horas, no lo haría jamás.

—Hey, Cassie. —Jeno me llama a unos metros de nuestra mesa, alzando su mano con una sonrisa.

Sonrío de vuelta sin dudar. No lo había visto hace más de una semana y hablábamos muy poco por mensaje, por lo cuál me había puesto algo triste. No me gustaba reconocer que me había acostumbrado a verlo prácticamente todos los días, pero así era. Incluso hasta en los día más ocupados por los estudios, nos las arreglabamos para almorzar y hablar unos minutos.