Carta 11

2 1 0
                                    

Mi niña, no puedo retroceder el tiempo y llevarnos a cuando éramos dos pequeñas ingenuas de la vida. Te juro, por lo más sagrado de este mundo, que, si lo pudiese hacer, no lo pensaría dos veces y ni me importarían las consecuencias de tal acto. Volvería a ver nuestras sonrisas y escuchar esa risa que tanto extraño, a sentir ese cosquilleo en el estómago, al momento en que fuimos felices y no lo sabíamos. Pero lo cierto es que ya no se puede hacer mucho al respecto. Estás en un lugar lejos de mí tratando de sanar, y yo estoy aquí, viendo la forma de arrepentirme y de no sentirme tan miserable por todo.

Si alguien hubiese venido del futuro y me habría dicho que estaríamos pasando por esta situación, no le hubiese creído ni un poco. Esa es la cuestión. Todo el mundo da por sentado que jamás les pasará algo así, por ende, no lo pueden ver (otros prefieren no verlo). Pero cuando se dan cuenta de que está sucediendo, ya es tarde.

¿Quieres saber lo que es estar de este lado? ¿Del lado de una persona que ve a la depresión en otra? En simples palabras, es duro. Quizás más duro de lo que parece, porque están esas ganas de querer hacer algo para que la persona que amas pueda sentirse un poco mejor. Y a la vez no poder porque es ella la que debe sanar, unir todos sus pedazos. Es doloroso, porque estas consciente de que eres perfectamente capaz de entregar hasta tu alma para que vuelva a ser ella misma. Aprendes a conocer tu entorno, a ver las cosas y a las personas con otros ojos. Y tal vez, a valorar la vida un poquito más. Te quiebras, pero te vuelves a formar porque es no ayuda.

El mundo necesita muchas manos que acaricien más y ninguna que golpee, pero tú, tu mundo, necesita solo de un par para levantarte la cabeza, y así, puedas ver lo especial y esencial que eres en esta vida. Para mi vida. Para que veas que alguien si te ama, se interesa por tu día y tus problemas, que se preocupa por tus miedos e inseguridades.

Amalia, ya no conozco otra manera de decirte lo mucho que lo siento. Lamento no haberlo visto mejor. Lamento no haber podido ser la persona perfecta para confiarle cosas como estas. Sé, mi inocente niña, que en este mundo hay seres horribles, monstruosos, y capaces de apagar tu propia luz. Te hacen daño en el corazón y te llenan la mente con cosas que no deberían importarte en lo más mínimo, pero de algún modo quedan allí, en lo más profundo de tu mente repitiéndose. Sé, como tu hermana y humana, que te han hecho daño. Aun así, tengo presente que existen seres de luz que aparecen en nuestras vidas para volverla un poco mejor. Desconozco si yo vuelvo un poco mejor a tu vida, sin embargo, grábate en el corazón que tu sí. Eres lo más preciado que tengo, y, si algún día me faltaras, yo no estaría completa. Llegaste para ser mi otra mitad, mi persona.

Eres inteligente, bella, creativa, buena, y si debo decírtelo a cada momento para que lo entiendas y no lo olvides, lo haré. No eres menos por amar a alguien, por estar triste, por sentir dolor, por no haber pedido ayuda. Eres una mujer maravillosa que tropezó con una pierda bastante grande, pero que, con fuerza y valentía, si se puede levantar y seguir adelante. Paso a paso. Todo a su tiempo y ritmo.

No temas volver a caerte porque yo estaré allí para sostenerte. Y no es una promesa más, es un hecho. Si temes, seré tu refugio. Si te sientes triste, me convertiré en tu consuelo. Si te desarmas, juntaré cada una de tus piezas, las ordenaré y te acompañaré en el proceso de reconstrucción que tu misma tendrás harás.

Dicen que todos nacemos con un propósito. No recuerdo mucho del día en que naciste. Si embargo, te aseguro que, desde ese día, todo fue mucho mejor. En mi vida, ese es tu propósito: ser mi otra mitad. En tu vida, no lo sé. Deberás descubrirlo tú. Tienes que vivir por ti y solo por ti. Y ¿te digo algo más? Me gustaría leer más poemas tuyos. Allí únicamente eres tú, y tal vez sea algo que fue destinado para ti.

Desconozco lo que vendrá en el futuro o tan siquiera cuando termine de escribir estas palabras. Solo sé que me has escrito una carta. Yo escribí once destinadas a ti con sentimientos, dolores, y amor.


PD: Te amo.

ESCRIBIENDO(TE)Where stories live. Discover now