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Olivia
¿Que hacía una niña de 21 años en Manchester?

Me apetecía vivir allí, por qué no, pero a la vez me aterraba la idea, odiaba los cambios.
Cuando tuve que salir de Bilbao para ir a vivir con mi padre fue lo peor, el peor cambio de mi vida.

—¿Piensas moverte de ahí?— Carla apareció en mi campo de visión.

Ella era la mejor chica del mundo para mí, la quería muchísimo. Su sonrisa con esos dientes perfectos era encantadora y con una mirada de sus ojos oscuros te hacía sentirte como en casa. Para mi Carla siempre fue mi mayor apoyo.
La conocí cuando era pequeña, algo después de conocer a su hermano. Nos veíamos todos los veranos y éramos como hermanas. Cuando cumplí los 15 años estaba en tercero de secundaria y mi madre me dijo que iríamos juntas a clase. Fue una de las mejores noticias de mi vida.
Desde ahí nuestra relación fue aún a mejor hasta este año que hemos decidido ir a vivir juntas cumpliendo nuestro sueño de cuando éramos crías.

—No entraba en mis planes.

—Pues vístete, va a venir Aymeric con su nuevo compañero de piso a vernos y a darnos una vuelta, para conocer la ciudad y demás.

—¿Enserio tengo que ir?

—Olivia, no me apetece discutir contigo así que déjate de portarte como una niña pequeña.—

Me dirigí a mi habitación y me tiré en la cama, ella no quería discutir conmigo y yo menos, pero es que realmente no me apetecía ir a ningún lado.

Ese último año habia sido caótico, tuve muchísimos problemas en Barcelona e irme a Manchester derrepente.
Me encantaba la idea y el piso que había buscado Aymeric era precioso, pero el problema no era Manchester, era yo.

—Carla el timbre.— Lo dije gritando para que ella me escuchará, pues si que se habían dado prisa.

Poco después la puerta de mi habitación se abrió y vi a Carla y un chico el cual me sonaba haberlo visto como jugador hablando y en el marco de mi puerta apoyado el mayor de los Laporte.

—¿Todavía estás así? ¿No te dijo mi hermana que íbamos a salir?— El chico se sentó a los pies de mi casa mirándome. —A ver sorprendeme, ¿Por qué no quieres salir hoy?

Me encogí de hombros mirándole.

—Yo que se Laporte, por todo. Me da miedo conocer nueva gente acuérdate la última vez.

—Ya Olivia pero que en Barcelona dieras con unas personas así no significa que en todos lados sean iguales —me miro sonriéndome triste, él sufrió muchísimo por mi este último año.— A demás, entre tu y yo, Manchester no es nuestro Bilbao está claro —Él lo llamaba así por qué ahí fue el lugar en el que nos conocimos, en Bilbao— Pero Manchester no está tan mal, y bueno por Foden no te preocupes, es un poco cabronazo pero se puede aguantar.

Me reí por su manera de describir a su amigo y me levanté abriendo el armario.

—Ponte ese top, me encanta como te queda.

Sonreí y lo cogí para cambiarme de ropa.
Él lo pillo y salió de la habitación llendo al salón con los otros dos chicos.

—Ya estoy— Dije abriendo la puerta de mi habitación y entrando al salón con una chaqueta en la mano, Carla me había dicho que en Manchester refrescaba mucho.

Y mire, lo mire a él. Me estaba mirando de arriba a abajo. Parecía que me estaba dando el visto bueno con la mirada.

—Bueno Oli él es Phil, Phil Foden. Es mi compañero de piso y de equipo también. —me miro Aymeric— y bueno ella es mi mejor amiga y futura mejor fotógrafa del mundo.

—Encantada, soy Olivia.

—Igualmente.—

No se molestó en decir ni una palabra más. ¿Qué le pasaba a ese tío?
Suerte tenía que mis ganas de discutir en ese momento eran mínimas.

Carla siguió hablando tan alegre como siempre mientras salíamos del piso y bajamos hacia las frías calles de Manchester.

—¿Podemos coger un helado? Seguro que por aquí hay alguna heladería.
El mayor asintió mirándome alegre por mi entusiasmo.

—¿Y por qué tenemos que hacer lo que ella quiera?
Definitivamente era insoportable, pobrecito Aymeric aguantandole todos los días.

—¿Tienes algún problema?
A pesar de todo yo tenía un carácter demasiado fuerte y no me iba a quedar callada.

—Pues fácil, que no me apetece tomar helado.

—Pues no lo tomes pero yo quiero, pero oye rey si es mucha molestia la próxima vez te pido cita previa.—

Rodó los ojos y se cruzó de brazos, pues muy chulo pero había ganado yo. Laporte paso un brazo por mis hombros y empezamos a caminar hasta llegar a una heladería preciosa.

—¿Menta y chocolate?— Asentí mirándole —vale pues ve cogiendo mesa con Phil y ahora salimos Carla y yo.

Elegí una mesa y me senté, me daba igual si no le gustaba el sitio.

—¿Te gusta Manchester?
Le miré. Dios mío ¿era bipolar o algo de eso?

—Me gustaba más antes de verte.

—Pues acostúmbrate, por qué mientras viva y trabaje con tu mejor amiguito de mi te vas a librar poco.

—Permíteme que lo dude.

—Duda lo que quieras pero te estoy diciendo las cosas como son. Vamos en el mismo coche a trabajar, salimos de fiesta juntos y por no mencionar que vivimos juntos y cada vez que vengas a visitarle estaré ahí, eso si no estoy más ocupado follando con alguna, que eso sí que es más interesante que joderte a ti.

—Me la suda si te vas a estar follando a una o a dos la verdad.—

Iba a decir algo pero lo cortaron los hermanos que venían con los helados, mala suerte.

—¿Todo bien?

—Más que bien.— El mayor me dio mi helado y empecé a comer mirando la fachada de la heladería, sinceramente Manchester era un lugar bastante bonita, al menos la parte que había visto.

(...)

—Carla por favor coge mi móvil— Estaba en la ducha y no sabía quién me llamaba.
Hacia ya un par de días de la salida por Manchester. Quitando al gilipollas de Foden la salida había sido genial.

—Tia es mi hermano. Dice que quiere hablar contigo.

—Dile que le llamo enseguida.—

Le devolví la llamada tras salir de la ducha.

—Aymeric dime.

—Mañana voy a salir con los chicos del equipo de fiesta, podrías venir. A demás tengo que contarte un par de cosas.

—¿Otra vez a una discoteca?

—Venga por favor, y a la mínima nos vamos, lo prometo.

—Dios mío vale.—

Seguimos hablando hasta que Carla me llamó para hacer la cena.

Pues nada, si al final será verdad eso de que voy a comerme Manchester.

/Buenas noches 💆🏻‍♀️

Mía Where stories live. Discover now