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24-9-2021 • 12:03
Manchester, Reino Unido.
Olivia

Abrí los ojos lentamente debido a la luz que entraba por un ventanal.
A medida que los iba abriendo el dolor de mi cabeza iba aumentando y me daba cuenta de que aquella no era ni de lejos mi pequeña habitación. Me apoyé sobre mis propios codos y vi a Jack salir del baño con tan solo una toalla alrededor de su cintura.
Rapidamente cubrí mi cuerpo desnudo con las sabanas y le escuché carcajear.

-Vamos princesa, nada que no haya visto antes.-
Lo miré con mala cara mientras tapaba mi rostro con la almohada. No me acordaba de nada de lo que habia pasado en aquella habitación, de hecho, ni siquiera recordaba nada desde mi discursión con Foden.

-Jack- Me miró mientras se ponía su ropa interior y una camiseta basica. -¿Qué pasó anoche?

-¿Te lo cuento todo? -Me miró buscando aprovación en mi y asentí- Saliste bastante cabreada del baño y soltando cosas sobre Phil por la boca, después seguiste bebiendo bastante y después de hora y media o algo asi te acercaste, me diste un beso increíble y después... -Hizo una pausa para santarse a los pies de la cama mientras mi mirada ansiosa estaba sobre él- Y después me dijiste que no querías seguir en la fiesta y no querias ir a tu casa por que Carla estaba con alguien asi que vinimos aqui, bueno... Primero casi nos lo montamos en el coche y después aqui pues pasó. Y creeme fue mejor de lo que esperaba.

-¿Pasó qué?

-Que nos acostamos Olivia, follamos de todas las maneras que te imaginas.-

Él entró de nuevo en su baño y yo me levanté para buscar mi ropa repartida por la habitación.
Mi cabeza no paraba de pensar en mil cosas. Con lo que a mí me costaba tener relaciones sexuales con alguien, ¿Por qué con él si?
Me puse la ropa interior y esperé a que Grealish saliera del baño.
Al cabo de unos cinco minutos salió y me miró.

-Oye Jack, mi vestido apesta a alcohol y...

-Ven, te dejo algo de ropa y ya me la devolverás cuando nos veamos.-

Asentí nerviosa mientras me daba una camiseta y un pantalón, según él era lo más pequeño que tenía en su armario.
No tardé en cambiarme y asearme para por fin llegar a mí casa. Cogí mi móvil y vi alguna llamada perdida de Carla e incluso de Laporte. Era lógico, eran casi la una del mediodía.
Miré a Jack nerviosa y sonreí.

-Tienes una cama muy cómoda

-Solo faltabas tú en ella.

-¿Fue todo bien? En, bueno eso, en tu cama.

-Tranquila, te tuve como a una princesa.-
Asentí nerviosa y tras hablar un largo rato con él le dije que tenía que irme.

-¿Nos volveremos a ver?
Me encogí de hombros y reí.

-Supongo que sí.

Iba a dejar un beso en su mejilla pero él movió la cabeza haciendo que ese beso acabará plantado en sus labios.

-Eres imbecil que lo sepas.-

(...)

Llegué a casa casi a la una y media, hora en la que Inglaterra es común estar comiendiendo. Para mi sorpresa al pasar el umbral de la puerta estaban mis dos mejores amigos y junto a ellos, Phil Foden. Entré sin saludar y me metí en el interior de mi cuarto sin ni siquiera saludar. Mientras me cambiaba para dejar guardada la ropa que el inglés me había prestado mi puerta se abrió de golpe dejando ver a mi mejor amigo. Miré hacia mi armario para evitar su seria mirada pero me acabe girando ya que sabía que ese interrogatorio iba a llegar tarde o temprano.

-¿Dónde te habías metido tía?- Elevó la voz más de lo normal y me miró muy serio -Te he dejado como diez llamadas perdidas y por no mencionar los mensajes, ayer no te vi el pelo desde que te pegaste a Grealish.
Los recuerdos que tan borrosos veía en casa del mencionado empezaban a revelarse en mi cabeza igual que las fotografías antiguas. Al salir del baño por la discursión con el ojiazul estuve charlando y bebiendo con Grealish, incluso recordaba haber visto a Phil con una amiga rubia de mi amigo.

-Estaba con un amigo, tampoco tienes que preocuparte tanto.

- ¿Tienes la cara de decirme que no me preocupe? No recordaba lo cría que eres, te podría haber pasado algo, dime con quien cojones has pasado la noche o te juro que muevo todo manchester para averiguar quien era.

- Con Jack, joder, con Jack Peter Grealish he pasado la noche.

- ¿Perdón?- Me miró sin dar crédito por lo que le estaba diciendo y elevó su voz - ¿Has pasado la noche con un chico? ¿Sin ninguna preocupación? Te voy a tener que recordar por que estás aqui Olivia Arzumendi.

-¿Se tiene que enterar toda la casa de que he hecho esta noche?- Odiaba muchísimo hablar mal a Laporte por que entendía logicamente las razones de su enfado.

-La conversación no ha acabado que lo sepas, en diez minutos comemos.-

El español salió de mi habitación y me tiré en la cama pensando en que quizá él tenía razón, y que era tan ingenua de no recordar mi pasado. Sabía que Grealish no era para nada mal chico pero aún asi no me explicaba por que había estado tan bien aquella noche apenas sin recordar mi dura epoca en Barcelona. También pensaba mucho en si el chico era solo una noche o si quizá podría llegar a ser algo mío.
El pensar hizo que se me echara el tiempo encima y tuviera que salir tan solo para comer.
Salí y sentí las miradas de todos sobre mi como si fuera una niña que se había encerrado por un berrinche, y en realidad estaba encerrada por que no era capaz ni de afrontar una conversación con mi mejor amigo.

Me senté en el sitio que había libre que para mi gran suerte estaba enfrente de Foden. Trate de no mirarle pero fue imposible cuando Laporte puso mi plato de comida en la mesa.
El británico que también me estaba mirando habló:

-¿Qué tal la noche Olivia?
Mi mejor amigo miró de reojo a este como queriendo decirle algo con la mirada, que se callara, quizá.

-No te importa Phil.-
Di por terminada la conversación y comí de mi plato sin apenas ganas.

(...)

Tres tonos hicieron falta para que el mayor de los hermanos Laporte me atendiera el teléfono.

-¿Pasa algo?

-No, pero tenemos que hablar, sabes que odio estar mal contigo venga.

-Oli cariño, yo también odio estar mal contigo pero no puedes hacerme estas cosas, sabes perfectamente la razón por la que estás aquí. Lo sabes tanto tú como yo y ayer no hiciste lo adecuado para que no volviera a pasar.

-Pero él no es malo...- No pude terminar la frase por qué el hispano francés me cortó.

-Ya se que no es malo, pero estás situaciones tampoco son buenas para ti. Aunque por otra parte me alegra, me hace ver que lo estás superando.

-Ya.

-Oye Olivia, el martes tienes tu primera sesión con la psicóloga. Te acompaño yo, además la conozco por qué también es mi psicóloga.-

Tras una larga conversación con el chico recibí otra llamada.
Esta vez en cambio de una llamada tradicional era una videollamada y era del extremo del Manchester city.

-¿Ya me estás echando de menos? Te vi ayer Grealish

-Callate, ¿Qué tal el tema con Laporte?

-Mejor, acabo de hablar con él y parece que ha quedado todo resuelto. Sé que lo hace todo por mí bien pero a veces se pasa de protector.

-Entonces tendré cuidado de que no me parta las piernas en los entrenamientos.

-Oye que tampoco es un sicario- Reí y miré en profundidad el rostro de Jack -¿Te has afeitado?

-Para que me veas guapo mujer.-
La conversación con el chico de ojos café era perfecta. Me pude reír con él como una niña pequeña y sentí por un momento que quizá desobedecer a Laporte no estaba tan mal.

Mía Donde viven las historias. Descúbrelo ahora