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20-8-2021 Manchester, Reino Unido.

Finalmente ahí estábamos. Carla y yo preparándonos para salir a la discoteca.

—¿Qué te vas a poner?

Mire a mi amiga mientras me pasaba la brocha con iluminador por los pómulos.

—Creo que el vestido rosa.

—Pues me pongo el rojo entonces.—

Asentí terminando de retocar mi maquillaje y dirigiéndome a mi habitación para ponerme dicho vestido.

Carla entro con su ropa en mi habitación, hasta yo alguna vez había usado ese vestido. Era de estos que se te pegan al cuerpo, era super bonito.
(...)

Llegamos sobre las 20:00 a la discoteca y Aymeric estaba en la puerta esperándonos.

—¿Ya está bien no?

—Habíamos quedado a las ocho.

—Y son y media.

—Es que lo bueno se hace esperar.—Su hermana pequeña sonrió y él rodó los ojos mientras nos abrazaba primero a ella y después a mi.

—Vas guapísima mi niña, verás como todo va genial.

Asentí sonriendo mientras les miraba. Él nos cogió de la mano y entramos al local subiendo a un reservado al cual invitaba un chico del equipo.
Nada más entrar escuche una voz masculina.

—¡Carlita!
Vi a un chico morenito gritando el nombre de mi mejor amiga.

Era un chico que parecía no tener más de 25 años y tenía los ojos oscuros.
Ella corrió para abrazarle y el chico me miró mientras se acercaba.

—Hola, soy Rodri creo que nos conocimos un día con la selección.

Asentí y le sonreí.

—Si, justo había cumplido los 18.— El chico asintió y siguió hablando con la antes nombrada.
Ese día del que el español hablaba fue antes de que mi única manera de salir de fiesta fuera colocandome hasta que se me olvidara mi nombre y así me diera igual todo y todos.
Viendo que empezaba a sobrar en la conversación fui a la barra para pedir algo de tomar. Hablé a la camarera tranquila y ella se fue a preparar mi bebida.
Justo cuando iba a coger mi vaso e ir a buscar a Aymeric apareció a mi lado la persona que menos quería ver en ese momento.
¿Tenía que aparecer justo ese dia?
También es cierto que la que estaba allí de acoplada era yo gracias a Aymeric.
—¿Me echabas de menos princesa?

—Foden hazme un favor y pierdete.

-—Anda si se sabe mi nombre y todo, que honor.— Le miré mal, dios mío era insoportable.— Oye que venía a ofrecerte algo pero si tanto lo quieres me voy.

Fruncí el ceño apoyandome en la barra. Él sacó de su bolsillo algo que conocía perfectamente.

—Phil dejame.

—Vamos tía, el que se la juega con esto soy yo que soy futbolista.

—No puedo enserio, no te gustaría ver esa parte de mi.

—Si te lo estoy ofreciendo es por que quiero dejar de ver a la imbecil que eres y pasar una buena noche contigo.

Le había prometido a muchísima gente que no lo iba a hacer, se lo debía a mi mejor amigo, que nunca volvería ha tocar las drogas. Pero es una noche, a tomar por culo.

—Vamos al baño de tías eh.

—¿Tú que quieres que me denuncien?

—Vamos si ni sera la primera vez que entras. Primero voy a dejarle esto a Carla para que no venga ella al baño.

Rodó los ojos y asintió. Fui hasta el sitio donde Carla seguía hablando con el chico moreno y me acerqué a ellos con una sonrisa.

—Tia tengo que ir al baño. ¿Me la guardas?

—Claro, tranquila aquí estamos.

Trás dejar mi bebida en la mesa de los chicos fuí a paso rapido al baño evitando a cualquier persona que me pudiera conocer y entré empujando la puerta lentamente y ahí estaba, apoyado en el marco de la puerta. Y visto así, por muy mal que me cayera era realmente atractivo con esos aires de superioridad. Podría ser perfectamente el chico perfecto si no fuera tan gilipollas.
Me miro de arriba a abajo y se relamió los labios instalando en ellos una sonrisa arrogante. Le miré mal y le tiré del brazo hacia dentro. Me apoyé en el lavabo y le miré ansiosa.

—Las he visto más rapidas.

—Y yo menos gilipollas. Tampoco he tardado tanto no exageres.

—Mira tía si tan mal te caigo pirate y me busco a otra.

—Estoy aquí por lo que me estas ofreciendo y que conste que lo agradezco pero que yo este aqui no significa que ahora me vayas a caer bien.

—Pues estamos en las mismas.
Vi como ponía cara de desesperación mientras sacaba de su bolsillo la bolsita con los polvos blancos y comenzó a colocarlos sobre el lavabo. Rezaba por dentro para que no entrara nadie conocido en el baño en ese momento.

—Una última cosa Phil— Me miró e hizo un gesto para que continuara hablando. —Ni una palabra de esto, a nadie y no me dejes hacer ninguna tontería. Te lo digo muy enserio, vamos a pasarnoslo bien pero controlame, porfavor.

Asintió con una mirada sincera y me miró mientras señalaba las rayas perfectamente colocadas.

Introducí la cocaina rapidamente en mi cuerpo y me sorbí la nariz.

—Tienes experiencia eh.

—No vamos a mencionar ese tema.
Me ignoró y repitió mi acción. Tras eso empujó los restos hacia al suelo y me miró mientras se miraba al espejo.
No pude evitar mirarle. Los vaqueros oscuros que llevaba hacía que se le marcaran los musculos de las piernas. Aparté la vista de él cuando vi que me había encontrado mirándole.

—No sabía que los futbolistas de élite como tú hacíais estas cosas.

—Bueno, una vez al año no hace daño.
Me empujó fuera del baño al ver que iban a entrar un grupo de chicas.

—Voy con Carla ¿Vienes?

—Voy después.
Sabía perfectamente que se iba con alguna chica de aquel grupo. Me fui y al llegar a la mesa me senté enfrente de los españoles. Estuvimos hablando y sentí un paso a mi lado. Miré y vi a Aymeric que me miraba con el ceño fruncido.

—¿Has tardado mucho no?

_Había bastante gente.
El mayor rió y pasó un brazo por mis hombros y rió.

—No mientas, eres una tardona desde siempre. -Reí y le miré sonriendo.- ¿Y Phil?

Me encogí de hombros y otros chicos del equipo se fueron acercando. Manteníamos una conversación sobre el inicio de pretemporada y empecé a sentir el efecto de la droga en mi cuerpo.
Sentía una mirada encima mía y miré para todos lados hasta que encontré la mirada azul del inglés sobre mi cuerpo.
(...)

Bastante rato después ya estabamos todos demasiado afectados, de las que más yo. Al contrario que yo al ojiazul se le veía bastante sereno.

Mientras hablaba animadamente con un chico llamado Grealish, Carla la cual iba ya muy afectada se subió a un sillón y habló.

—¿Quereis jugar a algo?

Casi todos dijeron que si asi que mire a todo el grupo y asentí también.
Pues juguemos.

Mía Where stories live. Discover now