Mía

12.

Olivia
01-10-2021 • Manchester, Reino Unido.

Por mi cabeza pasaban miles de cosas. Sabía de sobra que tenía aquella conversación con Jack pendiente, tanto por lo que hizo como por qué no habíamos vuelto a hablar de que nos habíamos acostado.
Estaba sentada en una grada pequeña que hay en el campo de entrenamiento del Manchester mientras miraba fija el césped. No sabía que iba a decir, ni hacer, ni siquiera sabía si esa conversación sería útil.
Tras unos largos minutos, que pasaron tan lentos como años, él salió del vestuario y se acercó a mí.

—Hola Olivia.— El tono de su voz se escuchaba con dureza y me miraba fijo a los ojos.

—Hazlo rápido, no me apetece estar teniendo está conversación contigo.—

—Te juro que no sé qué pasó, se me cruzó el cable. Tan solo quería desafiar a Foden.
Él agachó la cabeza al decirlo y yo tragué saliva para después hablar.

—Pero yo no soy un objeto con el que puedas estar de risitas con tu amiguito Phil.— Le miré con el gesto igual de serio que el suyo, sus iris marrones penetraban los mios con dureza y yo lo unico que fui capaz de hacer ante aquello fue apartar ligeramente la vista y levantarme sabiendo que a la conversación le quedaba poco.

—Por favor, perdoname Olivia.

—Si, y aún que lo que voy a decir suena demasiado cliché es que el problema de romper algo ya es muy difícil arreglarlo. Te he dado toda mi confianza y no has sido capaz de valorarlo.— Tragué saliva y volví a mirarlo— No voy a estar mal contigo por qué ahora trabajamos juntos y no quiero rumores ni tonterías.

—Vale, supongo que me conformaré con eso.—

Asentí por última vez y me marché tras despedirme de él. Una vez fuera recordé que no había venido en mi coche pero tenía tan pocas ganas de hablar con nadie que me limité a tomar un taxi e irme.

05-10-2021 • Manchester, Reino Unido.

Desde aquella conversación con el futbolista había estado replanteandome varias cosas.
Para empezar, el hecho de por qué me mudé a Manchester que era tener una vida más tranquila y alejada de mis problemas en España.
Problemas y errores que parecía que estaba repitiendo, pero esta vez en Reino Unido.
También hablé con Laporte sobre dichos aspectos, sabía que el español estaba algo decepcionado con mis últimos comportamientos pero él haría cualquier cosa por qué yo estuviera bien, con lo cual dejó su decepción a un lado para tan solo limitarse a ayudarme.
Él dijo que debería dejar de pensar tanto las cosas, que lo hecho, hecho estaba y que disfrutará de las oportunidades que me brindaba Manchester.

Ahora me encontraba en el sofá de casa, estos días no me había pasado nada interesante más allá de la rutina en la universidad y un par de días que me tuve que pasar por las oficinas del Manchester city.
Mi trabajó en el club no comenzaba hasta la mañana siguiente con lo cual tuve unos días para tan solo centrarme en mí, y en mis estudios lógicamente.