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Olivia
06-10-2021 • Manchester, Reino Unido.

Estaba nerviosa, ya conocía todo sobre mi nuevo trabajo pero aún asi me encontraba con unos nervios horribles. Eran tan solo las siete y cuarto de la mañana y yo ya estaba levantada cuando a mí siempre me costaba la vida levantarme pronto.
Fui a la cocina para tomar un café, Laporte no llegaría hasta las ocho incluso ocho y cuarto, conociéndole seguro que tarde.
Reí en mi interior por aquel pensamiento y seguí preparando mi café. Mientras esté se preparaba me dediqué a mirar por la ventana que había en el salón la cual daba a una calle tranquila en Manchester. Raramente el día era clareado, cosa poco habitual y más en invierno.
La cafetera emitió un pitido así que fui a tomarlo y me senté en el sofá mientras miraba mi ordenador. Sonó una notificación en mi móvil y era Laporte deseándome los buenos días y recordándome que pasaría a recogerme en un rato.
Tras contestar el mensaje continué con el funcionamiento de mi mañana:
café, ducha, buena música...

(...)

A pesar de que me había despertado más pronto que nunca, estaba a punto de llegar tarde. Suerte que Laporte es una persona bastante impuntual y seguramente llegaría tarde.
Más que nada por qué si estuviera en la puerta de mi casa ya me habría dejado quince llamadas perdidas.
Terminé mi rutina poniendo algo de colonia y cogiendo mi mochila con las cosas para el trabajo.
El club me había proporcionado todo lo necesario para trabajar allí como cámaras nuevas, ropa del club e incluso un móvil nuevo.
Pero aún así yo siempre llevaba mi cámara encima, hasta en los peores momentos.
En resumidas cuentas, una vez la mochila hecha y toda la rutina terminada dejé una nota en la nevera para Carla, ya que la niña había decidido salir de fiesta con los de la facultad y hoy no se despertaba, y una vez hecho eso si que bajé a esperar a Laporte.
A pesar de que la mañana estaba siendo muy soleada el frío calaba mis huesos, fallo mío por no bajar el abrigo.
El claxon de un coche me saco del trance, Laporte hizo una seña para que entrara en el coche y eso hice.

—Buenos días princesa.— Sonreí ante el cariño de Laporte y dejé que besara mi mejilla.

—Buenos días señor.—

—Esta semana no te escapas ni de hablar conmigo sobre Jack, ni de ir al psicólogo.— Me miró serio mientras comenzaba a conducir— ¿Queda claro?

Suspiré y asentí ante la insistencia del español.

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⏰ Last updated: Feb 25 ⏰

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Mía Where stories live. Discover now