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23-9-2021
Manchester, Reino Unido
Foden

Aquel día en el coche solo pensaba en lo bien que olía y en lo mucho que me moría por follarmela en ese mismo coche. 
Y todo lo que le dije obviamente era mentira. Jack Grealish era uno de los mejores chicos que conocía y no es que fuera de los más fiesteros del equipo, pero me ponía tan mal verla en otros brazos. 

Odiaba sentirme así, nunca he querido tanto que una chica fuese mía. 


(...) 

Se corrió demasiado rápido la voz de que íbamos hacer una fiesta. Venía muchísima gente de Manchester, incluida ella. 

Moría por verla, pero a la vez la idea de tenerla delante y no poder tenerla debajo de mi gritando mi nombre me mataba. 

—Te has pasado invitando gente Laporte. 

—Anda, va a ser la última fiesta de verano. Para una vez que invito yo y no tú.— Rodé los ojos divertido mientras me tiraba en el sofá y él seguía hablandome sobre como va a ir la temporada y de como iba a ser la fiesta.
Poco a poco empezaban a llegar los invitados, realmente solo era la última fiesta de verano para Laporte por qué yo pensaba seguir mi ritmo. 
Miraba mi móvil cuando sentí alguien a mi lado. 
Carla. La miré y me sonrió.

—¿Has visto a Oli? 

—Ni quiero verla siquiera. 

—Joder chico, ¿que te pasa con ella?

—Que es insoportable, y ya.— 

Me miró mal y se levantó a buscar a su amiga. La fiesta transcurría despacio, tranquila, incluso la gente ya empezaba a irse. Quedábamos prácticamente los de siempre y habían echo un círculo para jugar a algo. 
Me senté entre Laporte y Carla. Enfrente tenía a Olivia con Jack al lado. 

—¿Que jugamos? 

La antes nombrada preguntó curiosa.

Carla se levantó entusiasmada. 

—Atrevimiento o castigo. 

—¿No es atrevimiento o verdad?— miré extrañado a la antes nombrada. 

—No, en Barcelona Oli y yo jugábamos así, es igual lo único que si no cumples el atrevimiento tienes un castigo, sin más.— 

Asentí convencido. Empezamos a jugar y ponían retos totalmente normales. 

—Foden, te toca— Rodri me miraba sonriente, iba borracho y encima estaba pensando en hacerme el lío. 

—Atrevimiento. No queda otra. 

—Hazle lo que quieras a olivia.— Ella miro indignada a Rodri pero terminó dejándose. 

Me acerqué con calma a ella y le empecé a besar el cuello. Sabía que lo estaba pasando mal, y que estaba teniendo el efecto que yo quería en ella porque nada más me alejé se fue al baño.

Caminé despacio hacia donde ella fue y llamé. 

—¿Quién? 

—Phil. 

—Vete a tomar por culo. 

—Era un puto reto.— abrió la puerta y me miró. 

—¿Sólo se te ocurría hacer eso?— Se veía la rabia en sus ojos pero sabía que en el fondo, esa furia se estaba convirtiendo en lujuria y que tenía las mismas ganas que yo.

—Es lo que quiero, deseo tocarte a todas horas joder. 

—Buscate a otra, no soy de tu ganado. 

—Joder, nunca antes había deseado tocar a alguien tanto como lo hago contigo. 

—Foden tienes muchísimas tías ahí, follate la que quieras pero déjame en paz dios mío. 

—Mirame a los ojos y dime de verdad que no me deseas. 

Me miró y cerró la puerta, era la única respuesta que necesitaba. Me iba a hacer con ella.

Salí del pasillo cabreado y me senté al lado de una rubia con la cual acabé en mi cama. 

Mía Where stories live. Discover now