Sin rumbo +18 - Pedri

La playa

No le dije nada la mañana siguiente a Ana, ¿cómo iba a decirle que Pedri y Gavi me habían ayudado a correrme?

Aún no tenía claro si había sido un sueño.

Ana salió de ducharse y se sentó en mi cama.

- ¡Ayer fue increíble! -soltó un gritito.

- A la próxima fiesta voy, te lo prometo. -aseguré.

- Estaban todos ahí, menos Gavi y Pedri, que se fueron antes. -dijo y yo casi me atraganté con mi propia saliva.

- ¿Qué planes tienes para hoy? -le pregunté, era ella la que tenía el viaje completamente calculado, íbamos a ver todos y cada uno de los partidos de España, así que íbamos a quedarnos un tiempo largo ahí.

- Primero que nada, por favor, vamos a desayunar, después, podemos ir de compras, necesito más ropa para salir de fiesta y impresionar a Ferran. -dijo con una risita mientras las dos nos levantábamos.

Salimos de la habitación con ropa de deporte, no teníamos pensado ver a nadie ahí y ya era tarde así que supusimos que no habría mucha gente desayunando en la cafetería.

Y una mierda.

Cuando cruzamos la puerta de la cafetería yo dejé de respirar y Ana se tensó a mi lado.

En una de las mesas más grandes, estaba todo el equipo sentado, desayunando entre risas.

Miré a Ana a mi lado, con cara de pánico.

Pero ella hinchó el pecho, cogió mi mano y siguió caminando.

Dios mío, parecíamos dos vagabundas.

Bajé la cabeza, intentando que mi pelo me tapase la cara, cogimos algo de desayunar y nos sentamos en la mesa más alejada que pudimos encontrar.

Por mala suerte, yo les tenía enfrente, mientras que Ana les daba la espalda.

- Creo que no no han visto. -dije nerviosa.

- ¿Desde cuándo te importa a ti si te ven ellos o no? -preguntó ella levantando una ceja, me conocía demasiado bien.

- Yo, eh.. -intenté hablar, pero dos pares de ojos se posaron en mi desde el otro lado de la cafetería y tuve que bajar la vista rápidamente.

- ¡No me jodas! -gritó Ana llamando la atención de toda la mesa.

Le tiré un trozo de pan a la cara y me agaché más.

- Cállate, nos están mirando. -estaba demasiado roja.

- ¿Con cuál de los dos? -preguntó sin rodeos.

- ¿Cómo sabes que fue uno de los dos? -pregunté yo, sabiendo a quien se refería.

- Dime con cuál de los dos. -exigió.

Yo tragué saliva, notando aún los ojos centrados en mi.

- Con los dos. -murmuré.

- ¡Leah! -gritó Ana de nuevo, tapándose la boca ella misma al darse cuenta del grito que había soltado. -no me lo puedo creer, necesito no, exijo tener todos los detalles.

- Estaba sola, no sé muy bien lo que pasó, estaba leyendo y el libro subió de todo y pues yo.. luego entraron ellos de alguna forma y terminaron lo que yo había empezado, pero no pasó nada más. -expliqué en un susurro.

- Nos están mirando ahora mismo, ¿verdad? -preguntó ella.

Yo asentí.

- No han quitado la mirada desde que nos hemos sentado. -aseguré.