El amor de mi vida

21.4K 1K 372
                                    

Mi corazón latía a un ritmo que no me dejaba hablar y el nudo de mi garganta cada vez era más grande.

Pedri me miraba con esos ojos que tanto adoraba, tristes, sin entender que estaba pasando.

Hacía unas horas todo estaba perfecto.

¿Y si se lo decía todo?

¿Qué haría él?

Se enfrentraía al señor Walton y dejaría la carrera.

Su carrera, el sueño por el que luchó tanto desde pequeñito.

Y mi hermano..

Todo estaba tan mal.

No podía decírselo y dejar que abandonara su sueño por mi culpa.

- Me voy a ir, mañana. -hablé sin darme cuenta.

- Lo sé, Ana y Ferran me lo han dicho, por eso he hecho esto, nuestra última cita antes de que te vayas, en unas semanas volveré a Barcelona yo también. -habló calmado, acercándose a mi, pero yo di un paso atrás.

Joder esto me dolía más de lo que nadie pensaba.

Pero su carrera era más importante que yo.

- No habrá más citas, yo.. no puedo.. -ni siquiera sabía como decírselo.

- Leah, ¿qué pasa? dime que he hecho mal, por favor. -suplicó acercándose más a mi.

Tenía que irme de aquí.

Las lágrimas amenazaban con salir.

- Solo no puedo, me voy a ir a casa y se acabó, no soy tu chica. -contesté.

- No eres mi chica.. -murmuró él con la voz algo rota.

Joder.

- Tengo que irme. -murmuré yo, alejándome hacia la puerta.

- Leah, mírame una última vez, mírame y dime que no me quieres. -su voz sonó seria y dura de repente, rompiendo la distancia que nos separaba.

No.

No.

No.

No podía hacerme esto.

Sí que me quería.

Conecté mis ojos a los suyos y respiré.

Tenía que hacerlo, por él, todo esto era por él.

- No.. -hice una pausa, analizando sus ojos- te quiero. -acabé la frase y vi como se rompía.

Escuché como los dos corazones se hacían pedazos.

Y salí corriendo.

No me detuvo, ni siquiera escuché la puerta cerrarse.

Llegué a mi habitación y me enredé en mi cama, Ana no estaba, así que lloré desconsoladamente.

Todos y cada uno de los recuerdos volvieron a mi cabeza, rompiéndome cada vez más.

És por él, lo hice por él.

Se merecía su carrera.

En algún punto de la noche me dormí y me volví a despertar cuando mi alarma me sacó de la pesadilla en la que estaba metida.

Tenía que volver a casa.

Me vestí sin apenas peinarme ni arreglarme, cogí mis maletas y salí de la habitación.

Me encontré a Ana y Ferran en el pasillo, despidiéndose.

- A ti también te echaré de menos, ven aquí. -me dijo sonriendo.

Sin rumbo +18 - PedriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora