Enfadado y furioso +18

38.2K 1K 304
                                    

El siguiente partido llegó después de unos días y fue un desastre.

Acababan de terminar los penaltis y nosotros estábamos fuera del mundial.

Vi como los chicos se rendían en el suelo, medio llorando y cabreados a la misma vez mientras marruecos celebraba su victoria.

Salté al campo sin importarme nada, solo veía a Pedri sentado en el suelo al otro lado y tenía que llegar a él.

Me daba igual si había cámaras grabando y público mirando, desde la alfombra roja había subido tal cantidad de seguidores en instagram que la privacidad no era un lujo que podía permitirme.

Corrí con todas mis fuerzas y me arrodillé a su lado, abrazándolo.

- He jugado demasiado mal, esto.. -empezó a murmurar entre mi pelo.

- No, has estado genial, lo has hecho bien, no pasa nada, habéis llegado todos muy lejos. -le calmé.

- Estoy muy cabreado, muy enfadado y solo quiero romper algo. -gruñó mientras ayudaba a levantarlo.

- Podemos ir al hotel, tienes que calmarte. -hablé al ver que realmente estaba enfadado.

Los demás hablaban y se iban yendo del campo después de los saludos y toda la mierda que tenían que hacer.

Pedri me miró, sus ojos estaban completamente oscuros y la sudor cubría su frente, su pelo alborotado iba en todas direcciones y llevaba la camiseta y los pantalones llenos de mierda del campo.

- Vamos. -habló serio.

Ni siquiera me dejó despedirme ni tampoco lo hizo él.

Le dio un codazo a Gavi diciéndole que estábamos en el hotel y que ya nos veríamos más tarde.

- ¿A dónde vamos? -pregunté cuando nos metimos en el coche, ni siquiera se había duchado.

- Estoy cabreado, necesito relajarme. -murmuró.

Al salir del estadio un montón de fans se acercaron al coche haciendo fotos y pidiendo autógrafos, pero no se paró.

- Tendrías que haberte parado a saludarles al menos. -hablé cuando ya nos habíamos alejado bastante.

- Leah, no solo estoy cabreado, estoy furioso, y tu has corrido hacia mi en medio de ese campo con mi camiseta puesta, y me has abrazado, ahora mismo solo quiero hacer una cosa. -casi gruñó.

-  No te entiendo. -hablé seria.

Soltó un gruñido y cogió mi mano sin dejar de acelerar, llevándola directamente a su entrepierna, donde su gran amigo empujaba con todas sus fuerzas para salir de ahí.

- Joder. -gimió cuando lo apreté con mi mano.

- ¿Vas a desfogarte conmigo, cariño? -hablé bajando la voz, casi ronroneé.

- Dios, necesito llegar. -se quejó.

- Me lo podrías haber dicho antes y ya me estaría encargando de eso. -seguí hablando mientras volvía a apretarlo de nuevo.

Pedri volvió a gemir y ni siquiera se molestó en aparcar bien cuando llegamos, salió del coche y me cogió del brazo, tirando de mi lo más rápido que podía hacia nuestra habitación.

Al entrar no tardó un solo segundo en quitarse la ropa y desvestirme a mi.

Corrió a la mesita, donde habíamos puesto los condones, se lo colocó y volvió a por mi.

- Vamos al baño. -dijo caminando conmigo en brazos.

Entramos y abrió el agus caliente, entrando conmigo aún en brazos, haciendo que me empapase entera, aunque mi centro ya lo estaba por completo.

Sin rumbo +18 - PedriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora