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———————————————————— Mi espalda choca en un movimiento suave contra la encimera. Mis piernas se enrollan en su cadera y pego más nuestras intimidades.
Reparte besos húmedos por mi cuello, clavículas, bajando por mis senos, hasta mi vientre. Y subiendo a mis labios. Nos besamos acalorados y desesperados por más fricción.
Su polla palpita dentro de sus pantalones, y se frota con intensidad en mi núcleo vestido. Sus manos se pasean por todo mi cuerpo, dejando suaves y embriagadoras caricias. Sus dedos son largos y ásperos, y eso me hace estremecer.
-"Hakkai.." -mi voz sale en un suspiro necesitado.
Mi vista viaja a su rostro. Hakkai está concentrado en mis senos, saboreando mis pezon derecho. Sus labios aprisionan sin piedad el botón sensible. Y su sonrisa ladina me envía corrientes de puro placer por toda mi espalda. Me arqueo hacia enfrente sin poder evitarlo, el placer es tanto que los dedos de mis pies se retuercen y mis piernas tiemblan levemente.
-"Te miras tan bonita, (T/n)." -Su voz sale en un murmullo lujurioso. Sus ojos no se despegan ni un segundo de mi rostro, queriendo capturar cada una de mis reacciones.
-"Hakkai.. por favor, no me hagas esperar más." -Suplicó y dejo salir un gemido al sentir sus dedos deslizarse en mi húmedo coño.
Hakkai suelta una risita baja y se separa de mi. Lo volteo a mirar algo desconcertada y aprieto mi mandíbula. Se está desabrochando los pantalones y los baja, liberando su miembro de la tela suave.
Su polla esta bien despierta, erguida y roja. Pequeñas gotas de semen caen de la punta. Su sonrisa ladina sigue en su rostro. Sin poder evitarlo mi coño se aprieta y palpita por la gloriosa imagen.
-"Mira que linda, lista para recibirme. Como toda una buena chica." -Sus palabras resuenan por las paredes de la cocina.
Su mano toma el borde de mis bragas y las baja. Tirándolas por ahí. Dos de sus dedos abren mis labios vaginales y exploran sin vergüenza mi interior. Mi espalda se arquea y jadeo desesperada.
-"Abre bien las piernas, bonita." -Veo atentamente como su rostro baja a mi intimidad. Escondiéndose entre mis piernas. Su vista no se despega de la mía mientras su lengua se desliza en un suave y húmedo lengüeteó. Mis piernas se ciernes al rededor de su cabeza y lo atraen más a mi núcleo.
Su hábil lengua me hace arquear y gemir sin control. Mis manos están a cada lado de mi cabeza, mis uñas raspan el mármol de la encimera. Tratando de sujetarme.
Su lengua entra y sale en rápidos y ágiles movimientos, dos de sus dedos acarician mi botón rosado. Hakkai me está haciendo ver las estrellas con tan solo su boca. Mi espalda se arquea exageradamente cuando su boca chupa mi clítoris sin vergüenza. Gime sobre mi coño y no se detiene. Su nariz choca con mi monte de venus sin pudor alguno.
