Chishiya X Male OC

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—Nunca me permiten guiar a nadie, es extraño— Max Ronin, ejecutivo con el número 08, caminaba con el recién llegado Arisu a su lado. El Sombrerero le había encomendado guiarlo a través de la Playa, enseñarle lo básico y después adoptarlo para probarlo en el juego de la noche—. Esas son las piscinas, nunca estoy ahí, no es lo mío. A mí me gusta planear, me uno a los militares para eso. Tenemos reuniones diarias y esas cosas con su segundo al mando, Niragi, ten cuidado si te lo encuentras porque pareces ser el tipo de chico que no le cae bien. ¡Oh! Si quieres drogas, ellos te las pueden facilitar.

Con una sonrisa señaló a un grupo de chicos que hicieron expresiones de felicidad de vuelta, miró a Arisu solo para percatarse de que no miraba a sus alrededores como cualquier persona normal lo haría. En realidad, lo miraba a él con impresión.

—¿Tengo algo en la cara? —preguntó Max, pero no esperó una respuesta. El más alto ahogó una risa y continuó caminando mientras señalaba cosas, decía hechos puntuales y avanzaba hasta llegar a las cocinas—. Bien, aquí todos los días se prepara el desayuno, el almuerzo y algunas veces también la cena. Puedes venir y hacer algo tú mismo si quieres, pero debes entender que hay raciones porque somos muchos y todos los días se unen más, ¿lo has entendido?

Arisu asintió, casi de forma robotizada sin apartar la mirada de aquel chico, ni tampoco el ceño fruncido.

—No hablas mucho, pero tu cara parece querer decir muchas cosas—se subió a la barra de un solo salto, le indicó a Arisu que hiciera lo mismo y le imitó, aunque de forma torpe—. Escúpelo, ¿qué pasa? ¿te asusto yo o algo así?

—¿Tú eres Mindless Max? —aquella pregunta sí que no se la esperaba. Max formó una leve sonrisa, sus hoyuelos se marcaron y las arrugas en sus ojos también.

—El mismo, aunque aquí solo soy Max, el encargado de la estrategia y experto en los juegos de diamantes, invicto en cada uno de ellos—y se rio de su propia broma—. Creo que resulta obvio, o ya estaría muerto.

—Dios mío—Arisu comenzó a hiperventilar, de pronto, la camisa le apretaba. Max lo miró con confusión—. Has sido mi ídolo desde hace años, te sigo desde que ganaste el primer campeonato de Final Fantasy, cuando estaba en la secundaria. Las hazañas que has hecho son como ¡wow!

—¿En serio? —con un tono alegre, Max recordó su vida antes de Borderland. Era un geek, experto en los videojuegos y la estrategia, le entretenía de sobremanera y le iba bastante bien con el dinero que generaba—. Hace mucho que nadie me llama Mindless Max, es divertido encontrar a alguien que sabe de juegos.

—¿Bromeas? —cuestionó Arisu abriendo los ojos de sobremanera, moviendo sus manos con incredulidad en el aire, abrió la boca gesticulando en exceso—. ¡Eres muy famoso! Yo intenté entrar a tu equipo para la ESWC desde hace años, envié mi aplicación siempre con mis últimos puntajes pero nunca fui seleccionado.

—Escríbeme un DM si volvemos vivos al mundo real, te pasaré de la lista de espera y te llevaré a una ESWC aunque tenga que carrearte todas las partidas, lo prometo— Arisu ahogó un chillido de emoción. Max sonrió bajando la cabeza y encogiéndose de hombros.

—Sé que tu nivel es buenísimo, no le creí a las críticas cuando te atacaron porque tu rendimiento del año no fue favorable, saliste y venciste a Corea, ¡eres grande!

—Sí, entré a la residencia de cirugía este año justamente, por eso le dediqué menos tiempo, ya sabes—Max se rascó la cabeza con incomodidad, recordando algunas cosas que había descuidado por el juego—. Jugador de noche y estudiante de medicina de día, recuerdo que en mi último año de la facultad, cuando te envían a los hospitales, jugaba mientras les ponía los catéteres a los pacientes. La señora Yasahiro estuvo muy conmocionada cuando salió del shock hipovolémico y le contaron que administré la epinefrina con una mano mientras rompía el record mundial de Dokkan Battle con la otra.

One Shots|| 𝙰𝚕𝚒𝚌𝚎 𝙸𝚗 𝙱𝚘𝚛𝚍𝚎𝚛𝚕𝚊𝚗𝚍 [ᵖᵉᵈⁱᵈᵒˢ ᵃᵇⁱᵉʳᵗᵒˢ]Where stories live. Discover now