Encuentros desprevenidos - Druna

VIII

25 de Noviembre, 1995

Draco ya no la ignoraba como antes, ahora le prestaba atención en los pasillos y no fingía que no existía.

Luna pasó sus dedos por los libros de la biblioteca buscando parar en alguno que llamara su atención, se vio interrumpida por la presencia de un rubio.

—Este es muy bueno, avanza lento pero está bien construida la historia —comenta con su cuerpo apoyado en un estante por detrás de Luna y le pasa un libro de tapa dura y color verde claro.

Ella le sonrió dulcemente y agradeció para sentarse y comenzar a leer el libro.

Por supuesto notó que Draco se fue en cuanto ella dijo "gracias" y le hubiese gustado tener cerca por un momento más, pero se quedó ahí intentando ignorar el aroma de la colonia de él que quedó en el aire.