CAPITULO 2

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Después de esa llamada todo en mi colapso, los recuerdos de lo que paso volvieron como si se tratara de una ráfaga de viento

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Después de esa llamada todo en mi colapso, los recuerdos de lo que paso volvieron como si se tratara de una ráfaga de viento.

Como solo un recuerdo te puede poner la piel de gallina, con tan solo pensar que pudiste hacer algo, pero no lo hiciste por miedo. La realidad de ese miedo es que ni Ali ni yo sabíamos lo que pasaba, ellos necesitaban respuestas donde ya había un mar de preguntas sin resolver.

No me podía sacar de la cabeza lo que dijo "Ita doleo puellam, ita doleo te in hanc iterum introisse. Veritatis nescia" – "Lo siento chiquita, siento mucho que te hayas metido en esto otra vez. Sin saber la verdad"

El latín es un idioma muy familiar para mí y lo comprendo con fluides, se arriesgó mucho diciéndome eso, pero lo que no entiendo es la sensación de familiaridad con esa persona. No logro recordar casi nada de lo que paso después, pero de algo que si estoy segura es que cuando me sedaron escuche las mismas palabras antes de caer inconsciente.

Dejo mi teléfono en el mueble que está a un lado de mi cama mientras alejo todo eso de mi mente por solo por unos minutos, después de un rato más me restriego las manos por la cara. Me dirijo al baño, solo pongo mis manos en el lavabo y me observo en el espejo.

Observo toda mi silueta y por unos minutos pude ver a esa Hera, pude visualizar y sentir ese asco que sentía conmigo misma, mientras me veía en el espejo recordé esos pequeños momentos donde volvía a la lucides y solo divagaba entre mis pensamientos. Parpadeo un par de veces para salir de mi trance abro el grifo agarro un poco de agua entre las manos y me llevo las manos al rostro, tomo la pequeña toalla que está a un lado del lavabo para secarme el rostro, no paso tanto tiempo cuando la alarma de mi teléfono suena dándome a entender que ya es momento de tomarme mis pastillas.

Me voy directo donde está mi bolso y agarro las pastillas "OXITDNA", me las recetaron unas semanas después de lo que sucedió, solo me tomo dos por día, pero si llego a tener un ataque solo me tomo una y ya todo vuelve a la realidad. Mi madre es la única de mi familia que sabe todo lo que sucedió el 4 de diciembre del 2019, el día que Hera James perdió cosas que nos sabía que tenían valor, ese fue el día donde una parte de mí solo se desvaneció poco a poco.

<<No fue tu culpa...>>

Dejo las pastillas en la mesa, pero antes de dejarlas alguien toca la puerta, me acerco a abrirla y veo a mi madre con su teléfono en mano, la dejo pasar y cierro la puerta atrás de ella. Me giro para mirarla, hasta que decidió hablar después de un largo silencio mientras tiene esa cara de reproche haciéndome entender que no va a decir nada que me guste.

-Hera, cariño ¿Por qué no me dijiste?

<<Aquí vamos otra vez>>

-Porque me he estado tomando las pastillas.

-Hera, tus movimientos en los entrenamientos que tenías con tu padre eran débiles muy vulnerables diría yo, no puedes hacerte eso, sabes que necesitas ese entrenamiento-suelta con una risa tosca-Todo esto es tu culpa, te descuidaste mucho.

-No te atrevas a decir eso-advierto.

-Sabes que si Hera, todo es tu culpa, Ali murió por ti y tu solo eres débil. No lo mereces, no mereces su muerte-admitió.

<<Esto en verdad debe ser una maldita broma>>

<<Justamente ella me tiene que tocar ese tema>>

-No, no te atrevas a culparme a mí, por sus secretos es que ella está muerta no por mi- vocifere

-No todo es mi culpa, tú me dejaste sola. Tú te alejaste, eras mi mamá Elli, yo te necesitaba y no estabas-le digo conteniendo todo lo que le quiero gritar- Cuando me hallaron y me llevaron al hospital, tú nunca entraste a darme tu apoyo, solo entraste para mirarme y decirme que no valgo nada.

A todo esto, ella solo me miraba con desaprobación y con ese aire de superioridad que la caracterizaba. Hay cosas que en verdad no aguanto y esta es una de ellas.

-Quiero que tengas algo en claro Elli. Te necesite, me humille por tu amor y respeto-asegure- Pero la única diferencia de hace tres años y hoy es que me di de cuenta que solo eres una persona más en mi vida, como tú me dijiste ese día "La debilidad se arranca desde la raíz, y lo demás solo se destruye"- cite sus propias palabras retándola a que hablara.

-Eres una malagradecida Hera James.

-Soy malagradecida por poner mi vida y mi salud mental primero, soy malagradecida cuando toda mi vida he sido engañada por mi propia familia-exprese con un nudo en la garganta

-Pues fíjate que sí, Elli si soy una malagradecida, pero algo que si aprendí es que nunca esperes a que la bala bote sangre si tu no la botas primero- le digo mientras veo como se dirige a la puerta, se gira para mirarme y me dice lo siguiente

-Te vas a arrepentir de esto Hera, lo hago por tu bien- es lo único que dijo y después de eso solo fue dejando un tortuoso silencio.

<<Esa bala ya boto sangre, pero quien dijo que una bala es lo único que puede lastimar, hasta lo más insignificante logra romper cada pedazo de ti.>>

Nos toca buscar respuestas donde ya tengo respuestas, pero ¿en verdad esa es la respuesta?


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