CAPITULO 7

5 0 0
                                    


Me despierto en una habitación pequeña, como la de Ali cuando nos sentamos en la esquina de la ventana para hablar de todo y de nada a la vez

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Me despierto en una habitación pequeña, como la de Ali cuando nos sentamos en la esquina de la ventana para hablar de todo y de nada a la vez.

 Observo todo con deteniendo y mis ojos se van directo al cuerpo de la persona que está parada mirando hacia la ventana, pero mi corazón reacciona por sí solo cuando escucho su voz. 

 —Desde cuando duermes tanto, me canse de estar de esperando tanto tiempo— dice Ali mientras se reía como siempre lo hacía. 

 <<No es ella, es una alucinación >> 

Mi corazón está demasiado acelerado y mi respiración es cortada por las lágrimas que se escapan de mis ojos. 

 —Eres tú...— Es todo lo que pude modular antes de tirarme a sus brazos a llorar.

 Su olor a vainilla con canela se apodera de mis sentidos, las lágrimas que soltaban sus ojos me daban a entender que también me extrañaba y que no era la única. Como sus manos quitan mi cabello de mi rostro, mientras yo seguía en una burbuja de emociones.

 —Estoy bien, mejor dicho estoy más que perfecta.

—Pero tú moriste, yo te vi... 

 —Shh, aquí estoy a salvo y tú también lo estarás – murmura haciendo que la mire al rostro— Aquí no siento dolor, desde aquí te puedo cuidar así como tú lo hiciste conmigo. 

 — Tengo miedo Ali– murmuró entre lágrimas mientras me aferraba ella.

 —Siempre tuviste miedo y perdóname por no haberte dicho nada sobre esa situación, pero te tenía que mantener a salvo.

 Ali sabía...

Mi cabeza se siente pesada y abrumada, pero no me siento vacía. 

Me pregunto si me puedo quedar aquí para siempre. Culparme, no me va a servir de nada, pero estoy cansada de estar luchando y escapando de esa gran vida que dicen que puedo llegar a tener. 

 —Sé que eres un sueño o son efectos de las drogas, pero no tengo por qué perdonarte cuando fuiste tú quien dio la vida por mí —no puedo ser una maldita con ella, cuando fue ella quien dio su vida para salvarme— solo no me dejes sola, no otra vez. 

 Todo empieza a tener sentido para mí. 

 Las llamadas, los mensajes secretos y esos días de pruebas innecesarias.

Ella sabía que iba a morir, pero a qué costo... 

 —No tengo mucho tiempo, pero quiero que sepas que todo lo que hice fue para protegerte, para proteger el secreto— termina de decir lo último y su semblante cambia a uno más serio 

 — ¿Qué secreto?, ¿de qué hablas Ali?

 — Escúchame con atención, Alexa– su cara y su voz cambiaron a un tono más serio, porque esto me da a entender que la guerra apenas empieza. 

Antes de que paseWhere stories live. Discover now