Cuidado Con Los Sueños // Theo Nott

Capítulo 2

El gran plan

Sophie llegó apurada al comedor, intentó pasar desapercibida pero no lo logró pues ya estaban la mayoría desayunando. Esto incluía a casi todos los profesores incluyendo a Madame Maxime que le regaló una mirada severa desde el otro del comedor. La joven intentó ignorar esto y buscó a Camille entre las mesas, cuando la vio solo compartieron una mirada cómplice con la que no hubo necesidad de comentar nada.

Lo que restaba del desayuno transcurrió normal, las ninfas cantaban desde su lugar brindando un sentimiento de tranquilidad que lastimosamente Camille y Sophie no eran capaces de compartir.

Después de un rato las campanadas volvieron a resonar por todo el castillo, esta vez anunciando el fin del desayuno; esto significaba que era hora de ir a los salones para empezar propiamente las clases. Para Sophie el escuchar esas campanas tenía otro significado y es que era hora de iniciar finalmente con el plan.

—Pss...Sophie —intentó llamar la atención Camille—. ¿Tienes todo listo?

—Ajá —susurró como única respuesta la niña.

—Estoy muy nerviosa por esto, es la primera vez que hago algo tan riesgoso —murmuró algo apenada Camille—, ya sabes que yo nunca me meto en problemas.

—Y esta no va a ser la excepción —soltó Sophie algo brusca—. Ya lo hablamos Camille, este es mi plan y para cuando se pongan a interrogar recuerda que tú no tuviste nada que ver.

—O sea sí pero...

—Pero nada Camille —sonó más severa de lo que le hubiera gustado pero era importante para ella que su amiga lo entendiera bien. No podía seguir involucrándose más sin salir afectada.

—Me refiero a que somos amigas y ya sabes... Los amigos se acompañan y apoyan en todo, ¿no?

—¿Hasta en ser expulsadas? —inquirió Sophie con una risa incrédula.

Camille ya no respondió a eso. Era verdad que quería ayudar a Sophie pero no por eso quería ser expulsada; a pesar de todo, a ella le gustaba la academia y se sentía orgullosa de ser parte de esta. En realidad y para ser honesta con ella misma, no quería que su mejor amiga se fuera, sin embargo, entendía sus razones por más locas que sonaran. Por supuesto que había intentado convencerla de quedarse pero, al escuchar a Sophie hablar con tanta fascinación sobre Hogwarts entendió que tal vez su lugar en realidad estaba allá. No podía obligarla a quedarse y eso la ponía algo triste.

Ya en el salón Sophie se sentó en su lugar designado; el asiento de la primera fila justo enfrente del profesor para que, según él, pueda aprender al menos por 3 minutos lo que se está enseñando en la clase. Aunque ella sabía que eso era mentira, el profesor la sentaba al frente para que no pudiera usar su varita ni medio minuto pues de vez en cuando le gustaba lanzarle uno que otro steleus para que no pudiera dejar de estornudar, eso siempre la entretenía hasta que la atraparon in fraganti y terminó con Madame Maxime quién no solo la regañó, sino que también la hizo escribir 2 pergaminos; el primero fue un ensayo sobre la tolerancia y el respeto usando como base magos graduados de Beauxbatons, y el segundo pergamino fue un extenso informe de lo que en ese momento estaban viendo: Convención Internacional de Brujos de 1289. Honestamente no le importó mucho hacer esos ensayos, el segundo al menos le servía para saber algo del tema pues se había pasado todas las clases durmiendo o jugando con sus plumas o viendo por la ventana o pensando en su madre... Ese último tema intentaba evitarlo siempre. En fin, con todo esto Sophie aprendió una lección muy importante que le serviría mucho en el futuro: como lanzar un steleus sin varita.

Volviendo al presente, la chiquilla ya solo estaba esperando a que el profesor entrara por la puerta con el café que cada mañana, sin falta, bebía en esa clase. Ella siempre había creído que eso era demasiada cafeína para un hombre tan pequeño pero quién era ella para juzgar si de vez cuando le daba por comer flores que se encontraba por ahí, por eso Camille siempre le decía que era como una ardilla.