Capítulo 12

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Funciona, no funciona, ¿funciona?

El día continuó normal para Sophie, unas cuantas miradas molestas por parte de sus compañeros pero nada muy importante. Cuando por fin pudo recostar la cabeza en la almohada, sintió un alivio recorrerle el cuerpo hasta que alguien más entró en la recámara.

«Mis Slytherin favoritas, estoy segura» pensó con los ojos aún cerrados.

—Sophie, no me digas que ya tienes sueño, queríamos saber cómo estuvo tu primer día en Hogwarts, ¿algún inconveniente? Sabes que estamos aquí para ayudarte —preguntó inocentemente Pansy Parkinson quién estaba parada en el pie de la cama.

«Ayudarme a saltar de la torre de astronomía seguramente».

—Qué amable eres Pansy, me las arreglé bastante bien —respondió Sophie mientras se incorporaba en su cama.

—Sí, se notó mucho en adivinación —habló esta vez Daphne bastante casual.

Sophie sonrió forzadamente recordando la clase.

—Despertarnos tarde el primer día es más común de lo que parece, le pasó a Tracey en primer año. Pobre bobita, se ganó el apodo de Tracey la retrasada —dijo Pansy mientras soltaba unas risitas.

A Tracey al parecer no le sentó muy bien que le recordaran eso pues salió del cuarto bastante apurada.

«Con esas amigas no hacen falta enemigas...»

—Cosas que pasan —murmuró Sophie mientras las observaba.

Siempre lucían pulcras, con sus miradas altaneras y sonrisas orgullosas, casi inalcanzables, aunque solo fuera una fachada. Ellas también debían de tener sus propios secretos, su propio talón de Aquiles. Sophie sabía que debía descubrirlo de alguna forma, esa sería su mejor arma.

Después de hablar sobre algunas banalidades más, Pansy se puso seria de repente.

—Sophie, ¿has escuchado hablar de los sagrados 28?

—Familias completamente sangre puras —dijo recordando lo que habló hace un rato con Susan.

—Así es, somos familias que jamás se han manchado de ninguna forma. Y así ha sido siempre.

»Si hay algo que se valora en Slytherin es dicha pureza. El mismísimo Salazar repudiaba a aquellos contaminados...

—Pansy —interrumpió Sophie con el mismo tono serio—, ¿estás tratando de preguntarme si soy una sangre sucia? — Algo dolió en ella cuando pronunció eso último, pero era lo correcto. Sophie sabía que tenía mucho que perder.

Pansy pareció sorprenderse cuando escuchó a la chica, por lo visto no esperaba que reaccionara de esa forma.

—Pues ya que lo dices así...

Sus otras compañeras se mantuvieron expectantes, casi manteniendo la respiración ante la respuesta de Sophie.

—No realmente —comenzó a hablar Sophie escondiendo su nerviosismo—, crecí y viví mis primeros años en el mundo mágico cerca de Montpellier en Francia hasta que mi padre mago murió. Mi madre no es una bruja así que nos fuimos juntas al mundo muggle, ella quería rehacer su vida y volvió a su antiguo apellido al igual que yo. No crecí muy alejada de la magia, mi madrina estuvo ahí.

No habló muy rápido o muy lento, e intentó no ponerse muy rígida, sabía que mantener la compostura era importante y así lo hizo. Si esta era la mentira que iba a sostener por los siguientes años, debía de comenzar a practicar.

El silencio reinó por unos momentos en el lugar hasta que Daphne lo rompió:

—Una mestiza entonces —dijo mientras fruncía ligeramente el ceño.

Cuidado Con Los Sueños // Theo NottWhere stories live. Discover now