Capítulo 5

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El cuervo vidente

Llevaban rato viendo departamentos por todo Londres, a Sophie le daba más o menos igual el que eligieran, todos se veían igual. Sabía que de cualquier modo no pasaría mucho tiempo ahí, pero si tenía que elegir uno justo como ahora le estaba pidiendo su madre, entonces se iría por el que estuviera más cerca del centro de la ciudad, así sería más fácil conocer todo.

—Y yo que pensé que te gustaban los lugares tranquilos —dijo su madre mientras se asomaba por la ventana para observar los carros y a la gente transitar—. Este es bonito pero hay mucho ruido, igual creo que no es tan mala idea.

Sophie a veces se preguntaba de dónde sacaba su madre dinero, es decir, ella trabajaba como cualquier adulto funcional pero a veces le parecía que la cantidad de dinero no correspondía con las ganancias de su bar. Charlotte era la dueña del Le bar de Bonnet en Montpellier, Francia donde solían vivir hasta hace apenas unas semanas. Amelia en serio se esforzó en convencerla de dejar ir a Sophie a Hogwarts, le prometió que ella le pondría un ojo encima y que la vigilaría; sin embargo Charlotte era terca. Las condiciones que dio para que su hija se mudara de país a otra escuela mágica, fueron: 1.- Ella también la acompañaría, después de todo ella era su única madre y familia; 2.- Esta sería la última oportunidad que le daría a Sophie de seguir estudiando magia, si la expulsaban de nuevo o algo raro pasaba entonces eso sería todo para Sophie-bruja. No eran condiciones muy difíciles de cumplir, por lo que tanto Sophie como Amelia aceptaron.

—Voy a dar una vuelta, te veo en el hotel —dijo Sophie de repente y sin esperar una respuesta salió lo más rápido que pudo del edificio.

Apenas llevaba un par de días en Londres y debía de decir que le gustaba, no era tan diferente de Francia pero le emocionaba estar en un lugar diferente. Tal vez cambiar de aires fuera algo bueno para ella y su madre. Después del incidente que tuvo Charlotte hace un par de años las cosas habían cambiado para las dos. «Quizás dejar atrás todo sea algo bueno», pensó Sophie pero sabía muy bien que ella no podría nunca olvidar y menos perdonar.

Ya no quería seguir pensando en su madre o en nada en realidad, le había prometido a su madrina esperarla para que fuera ella quién le diera un recorrido por las calles mágicas de Londres, literalmente, pero eso le había dicho cuando aterrizó hace como 3 días.

«No importa, le puedo sacar provecho a este tiempo» se dijo así misma. Encontró un bonito lugar bastante transitado cerca del Big Ben y ahí puso una pequeña mesa desplegable donde acomodó una baraja de tarot. Con una seña llamó a Schaduw quién la observaba desde un árbol cercano. Schaduw por supuesto que la acompañó hasta Londres, Sophie no hubiera podido dejarlo (o dejarla, aún no sabía qué era exactamente).

Las personas a su alrededor no le prestaban mucha atención hasta que Sophie con voz decidida empezó a decir:

—¡Acérquense, vamos!, este cuervo mágico les leerá su futuro. Por solo 5 euros.

Algunos curiosos rodearon la mesita donde se encontraba Sophie pero ninguno se animó a regalarle su dinero, al menos no todavía. De entre las personas se escuchó un "otro estafador" y cosas similares. Cuando Sophie se dio cuenta que ya la consideraban una charlatana le arrancó una pluma a Schaduw quién graznó callando a todos de golpe. Sin embargo no estaba feliz, se volteó y mordió a la niña en un dedo. Antes de que se espantaran las posibles víctimas, Sophie le susurró al cuervo:

—Vamos, ya sabes que hacer. Si me ayudas te compraré lo que quieras.

El cuervo se quedó un momento observándola, para después situarse en medio de la mesita y decir con una voz profunda las siguientes palabras:

Cuidado Con Los Sueños // Theo NottDonde viven las historias. Descúbrelo ahora