Capítulo 14

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No puedes huir del pasado

Cuando Sophie llegó al comedor en la mañana, notó que había un alboroto. Venía principalmente de la mesa de los Gryffindor pero se extendía por todo el lugar.

Cuando terminó de comer se dio cuenta que Susan estaba sentada junto a Ernie y Hannah quiénes parecían estar al tanto del chisme.

—Hola, ¿saben por qué tanto alboroto? —preguntó Sophie una vez llegó a la mesa.

—Sophie, ¿aún no has escuchado? —cuestionó Susan haciendo lugar para que la recién llegada se pudiera sentar.

No era muy raro que Sophie de vez en cuando comiera junto a Susan, no era cosa de todos los días, pero no parecía ser algo extraño verlas juntas.

—¡Sirius Black! —dijo Ernie en un pequeño grito— Dicen que lo vieron en Dufftown.

—¿Sabes qué tan cerca está eso? —está vez quien habló fue Hannah— Muy cerca.

—¿Creen que quiera entrar a Hogwarts? —volvió a preguntar Sophie con el ceño fruncido mientras pensaba en distintas posibilidades.

—¡¿Para matarnos?! —preguntó alterada Hannah.

—No, yo no me refería a eso, es que... —Sophie recordó lo que le había dicho Theo a Draco el día de la bienvenida: que Sirius venía por Harry Potter. Sin embargo, no estaba segura si eso era algo que debía decir.

»Quiero decir, que tal vez esté buscando algo.

—¿Algo como qué? —inquirió Ernie con una ceja alzada.

—No lo sé, pero está chiflado, tal vez ni él lo recuerda.

—No me gusta hablar de esto —interrumpió Susan.

—A mí me está dando miedo —dijo Hannah, terminando de esta forma la conversación.

El día transcurrió normal y para las 2 de la tarde ya estaba en la clase del profesor Lupin; defensa contra las artes oscuras. Durante las clases pasadas, habían estado hablando de los boggarts, criaturas capaces de tomar forma de tu mayor miedo.

—Recojan sus cosas que vamos a dar un pequeño paseo —habló el profesor Lupin quién acaba de entrar al salón.

La clase empezó a cuchichear pero hizo caso y siguió al profesor por un par de pasillo hasta que llegaron a lo que parecía ser la sala de maestros. El lugar era grande y lucía bastante cómodo, sin embargo, lo que más destacaba era un ropero con un gran espejo en él, al fondo del lugar.

—Ya todos saben qué es un boggart, y cómo vencerlo en la teoría, sin embargo, es momento de la práctica —dijo muy calmado el profesor.

»Señorita Adhara, ¿recuerda el hechizo para vencer a un boggart?

Sophie se sorprendió de escuchar ese nombre, no muchos la llamaban así. En realidad, no muchos sabían que se llamaba así.

—Es Riddíkulo, profesor.

—Muy bien, todos repitan después de mí; ¡riddíkulo!

Y justo como el profesor pidió, toda clase repitió al unísono el hechizo. Lo practicaron al menos 3 veces para estar seguros.

—¡Bien, bien! —dijo el profesor, felicitando a sus estudiantes— Parece que ya lo dominan.

»Señorita Adhara —habló llamando una vez más la atención de Sophie— ¿le gustaría ser la primera en pasar?

Cuidado Con Los Sueños // Theo NottDonde viven las historias. Descúbrelo ahora