El mismo

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Y él la dejó, cargando con el dolor de la desilusión, de aquello que tanto idealizó. Y caminó solo por senderos espinados, rodeados de víboras e insectos peligrosos, que no dudaban en morderlo y picarlo por su carne. Finalmente, el inexorable tiempo hizo su trabajo, y sus ojos brillaron otra vez, clavándose en alguien que si valía la pena, el mismo.

Corazón detonadoWhere stories live. Discover now