Boca rosa

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Maldigo el día en que miré por esa ventana, y vi sin querer, su pelo bailar con el viento que afanaba. Sus labios rosados eran tan radiantes, que mis rodillas se doblaron y la voz se me cuarteó, y no pude decir palabra alguna, de tanto que quería expresar, mientras mi corazón soplaba lo que parecía ser su último aliento, si, el suyo, porque yo no iba a morir sin darle un beso a esa boca.

Corazón detonadoDove le storie prendono vita. Scoprilo ora