La tranquilidad que das

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Narra Luna

- Me dio un ataque de ansiedad y él entró al baño en ese momento - explico, Pedri al momento se relaja y del enfado pasa a la preocupación. - ¿Por que en vez de suponer no me preguntas? - espeto enfadada, dejándome llevar por la rabia.

- ¿Qué? - me dice sin entender, me saco la chaqueta de Joao enfadada y la tiro encima de la cama.

- ¿Feliz? ¿Ya no daño tu orgullo masculino? - niega con la cabeza e intenta acercarse a mi pero yo por instinto me aparto.

- No me toques- le pido cerrando los ojos y levantando mis brazos tapando mi rostro en mecanismo de defensa, en cuanto los abro veo como ha retrocedido, noto que mi comportamiento le ha dolido ya que puedo observar como sus ojos comienzan a brillar debido. El pecho me sube y baja fuertemente debido a mi respiración irregular.

- Luna, no te voy a tocar si tu no quieres - dice Pedri bajando el tono de voz poniendo distancia entre nosotros.- pero mucho menos te voy a poner la mano encima- me siento en su cama derrotada, siento como las lágrimas caen de mis ojos deslizando por mis mejillas, al igual que las de él, se pone de cuclillas delante mía.

- Lo se, no quería apartarme así, ha sido instinto- murmuro arrepentida.- lo siento mucho, se que tu nunca lo harías.- con el dorso de mi mano me intento secar unas cuantas lágrimas.

-No me pidas perdón.-iba a apoyar su mano en mi rodilla pero la aparta, yo me agacho ligeramente y hago contacto con su mano y la mía, entrelazando mis dedos con los suyos.

- ¿Por que te ha dado un ataque de ansiedad Luna? - pregunta Pedri, me quedo pálida, no puedo decirle lo que ha pasado, porque no se lo que ha pasado con el profesor, si he exagerado la situación, si él es así de extraño.

- Nada, ya sabes que han sido unas semanas difíciles - murmuro, él se acerca a abrazarme, me tenso ante el contacto físico pero al envolverme en su olor mi cuerpo se relaja, sintiéndome protegida.- Soy una egoísta, tienes que estar concentrado para el partido de hoy y yo aquí montando dramas - el se ríe, me limpia las lágrimas dejándome un beso en la cabeza. Nuestros cuerpos están totalmente entrelazados, mis piernas están por encima de las suyas y él me envuelve con sus brazos.

- Créeme tenerte aquí conmigo es lo que más me hace estar concentrado, mi novia no puede ver como pierdo un partido, y menos fuera de casa- bromea, pero se que en el fondo lo dice enserio. Me apoyo en su pecho cerrando los ojos disfrutando la calma del momento, hasta que es la hora de que se vaya.

[...]

El partido fluye genial, animo como una loca con las personas de tribuna, grito con Fer cánticos que teníamos inventados para el equipo y se vuelve uno de los mejores partidos del Barça que he visto, ya que en la primera parte habían metido ya dos goles.

En la segunda parte, Pedri gracias a un pase de Lewandowski consigue hacerse hueco y meter gol, salto de la butaca y Fer me eleva de la cintura gritando gol conmigo, levanta el puño orgulloso de su hermano.

Pedri corre hacia la esquina de corner donde le espera Gavi igual de emocionado, va sacando la lengua hacia sus compañeros, se da un abrazo con ellos, luego se acerca a la cámara y veo en la pantalla del estadio a Pedri haciendo una L con sus dedos y luego su mítico gesto de los prismáticos.

No evito emocionarme, no es la primera vez que me dedica un gol pero si que lo haga tan directo, pero es que ya estaba más que dicho que Pedri y yo estábamos en una relación y era muy liberador el hecho de poder hacer lo que sentimos al momento y no tener que frenarnos y cohibir nuestros sentimientos por el que dirán.

Muero de amor, Fer me remueve el pelo al verme emocionada, me limpio una lágrima rebelde.

- Ay cuñada...-bromea Fer, pero también está emocionado. Acaba el partido y Pedri se acerca trotando a la tribuna con el resto del equipo, aplauden a la afición, quienes también aplaudimos.

Lugar seguro | Pedri GonzálezOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz