Lugar seguro | Pedri González

2: Pre vacaciones

Luis aun seguía durmiendo, vivió muchas emociones el día de ayer y debía de estar agotado, yo aprovecho para correr en la cinta del gimnasio que teníamos improvisado.

Una vez que acabo subo a la cocina a beber agua, me sorprendo al ver al representante de Pedri, me acerco a darle dos  besos disculpándome por mi mal olor debido al sudor.

- ¿Y tu chico?

- Pues debe de seguir durmiendo- el rey de roma baja en pijama, abre los ojos como platos cuando ve a Paco.

- Joder, la reunión- Paco asiente y le mete prisa, me ofrezco a hacerle el desayuno por lo que Pedri sube corriendo a ducharse, me quedo hablando con Paco hasta que mi hermano baja recién despertado, Paco le saluda con un toque en la cabeza.

- ¿Quieres café?- le ofrezco una taza, Paco me lo agradece.

Luis comienza a hablar con Paco de la primera cosa que le pasa por la cabeza y este le hablaba animadamente, Pedri baja cambiado con ropa de su colección, me da un beso en la mejilla de buenos días y coge su desayuno que estaba en el túper para irse con Paco, no sin antes tener que prometerle a mi hermano mil veces que iba a venir para comer.

Luis come en silencio y yo no le saco la vista de encima, ojalá viniese más a menudo, me encantaba cuidarlo y tenerlo conmigo todo lo posible. Siempre había sido mi prioridad contra el resto del mundo, desde que lo tuve entre mis manos por primera vez.

-¿Por qué me miras así?- me pregunta mi hermano, acaricio su mejilla.

- Por que me encanta tenerte aquí.

Vamos a pasear con Palma y Roma, Sira necesitaba salir de casa. Sus padres vivían en la misma urbanización que Pedri y yo por lo que este plan siempre lo hacíamos.

Al ver a la morena a lo lejos mi hermano la saludo con la mano tímido, Sira saluda a mi hermano con un abrazo medio agachándose, yo le doy un gran beso en la mejilla.

- Estás guapísima.- le digo.

- ¿Con ojeras y la cara chupada?- ruedo los ojos, aunque si que se le notaba que le estaba costando dormir.

Comenzamos a hablar de cualquier cosa menos de los chicos ni nada que tuviera que ver con el Barça, mi hermano va con Palma con la correa, que en comparación con Roma era enana.

- ¿Qué tal Ferran?- me pregunta Sira después de unos minutos en silencio.

- Yo lo vi bastante mal- le soy sincera.

- Aun sigo echa un lío, pero mi corazón late por ese imbécil- dice en una leve risa, engancho su brazo con el mío.

- Lo que decidas bien hecho está.

Pasamos una mañana agradable, a la hora de comer Sira se despide de nosotros  y nos dirigimos con Palma a casa, coincidimos con Pedri quien venía en su coche, Palma empezó a ladrar emocionada.

- ¿Un autógrafo?- dice jugando bajando la ventanilla, mi hermano se acerca y salta para chocarle la mano, llevaba las gafas que le regalé aquel día por su cumpleaños.

Se abre el portalón, entra Pedri y nosotros detrás, saludo al de seguridad que había en la entrada y suelto la correa de Palma una vez en el patio frontal.

- Veo que has sobrevivido a la reunión- me da un pico, me mira agotado.

-  Contando los  días para que sea la cena y volar a la isla un mes- dice emocionado, yo tenía ganas también.

Vamos a comer, Pedri se echa la siesta al igual que mi hermano en el sofá, estaban tiernos dormidos en la misma posición.

- Hola hola- saluda mi mejor amiga.- ¡Nos vamos a Ibiza!- grita en el teléfono.