three.day of girls

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Después del partido de España, Melizzia había invitado a Amelia para que se queden a dormir en su habitación

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Después del partido de España, Melizzia había invitado a Amelia para que se queden a dormir en su habitación.

Y ella aceptó gustosa.

—No entiendo cómo pudiste tener un hijo con Enzo—se quejó la menor, sacándole una risa a la pelinegra.

—Y bueno, cosas de la vida, creo—dice mientras acostaba a Olivia, su hija, en la cuna que había en el lugar.

—¿Y cómo va todo con Gavi?—pregunto la mayor, sacando una sonrisa en la Messi.

—Bien, cómo siempre, tengo unas ganas de publicar cosas y poder ir a felicitarlo, pero bueno, cosas de la vida—dijo imitando a su amiga, ella sonrió enternecida.

—Te dedico un gol nena, se nota que te quiere mucho, pero no más que yo—contesto abrazándola, para tirarse a la cama con la castaña todavía en sus brazos.

—¿Y Maru?, Quiero ver a Dylan—pregunta Amelia, la mayor se encogió de hombros. Justo en ese momento Olivia se levantó otra vez, haciendo que Melizzia se levante para agarrarlo a upa.

La menor aprovecho y empezó a ver su instagram, leer mensajes de seguidores, contestaba algunos, a otros le daba like, todo con una sonrisa.

Hasta que le llegó un mensaje de que su mamá la había mencionado en algo. Rápido entro al perfil de Antonella, para ver qué ella había publicado una foto que Amelia y Gavi.

Eso le sorprendió, pero se alivio un poco al ver qué la cara de su novio no se veía bien.

La pelinegra volvió a acostarse en la cama junto a Amelia, pero esta vez Olivia estaba en sus brazos.

—¿Que estabas viendo?—pregunto, regalándole una sonrisa hermosa.

—Estaba hablando con Maru, viene mañana—la chica no mentía, había hablado unos segundos con su amiga rubia. Le había confirmado que mañana temprano iba a estar en la habitación.

—Ay genial, Dylan y Oliv van a poder jugar—dice acariciando la cabeza de su hija de tan solo dos años, la cual estaba agarrando la mano de la Messi mientras sus ojitos estaban cerrados.

Ambas chicas se quedaron hablando un rato más, hasta que se quedaron dormidas.

Ambas chicas se quedaron hablando un rato más, hasta que se quedaron dormidas

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Fútbol ; Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora