Dominio.

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Era una mañana buena, el sol abrazaba el paisaje de Tortillaland y con ello a los pueblos cuales habitantes empezaban a iniciar su día. Pero en especial nos centramos en un escurridizo joven de cabellos castaños, quien ahora corría como un niño por el bosque con su habitual vestimenta, tenia dibujada una enorme sonrisa traviesa, corría con todas las ganas posibles, saltando y evadiendo obstáculos, llevando en su espalda un saco que se abultaba con formas esféricas ¿Que habrá dentro?. El muchacho, Juan. El estaba con una energía buena ¿Que se podría esperar? Aquel varón corría hacia la polleria del empresario Spreen para jugarle una buena broma después de enterarse que este mismo había dicho algunas cuantas cosas sobre el "Juan es un boludo egocéntrico, solo tiene su templucho de mierda, no se puede comprar con migo" Fue lo que Juan escucharía por labios de otro, y este, siendo tan vengativo y travieso decidió tomarse el comentario algo personal.

Juan llegó de lo más decidido a la polleria de Spreen, paseando como si nada por el lugar, caminando por el terreno como si fuese suyo, olvidando el hecho de que el animal de Spreen es bastante territorial y que probablemente si lo descubre pueda actuar de mala manera al ver como invadían lo suyo. Realmente nada que le importe al castaño, pues ahora habría entrado al local. Cabe recalcar que en ese momento aún la polleria no se abría, nadie había ahí, lo cual era perfecto para Juan, quien ahora con aquella sonrisa perversa dejó en el suelo el saco que llevaba en la espalda, luego, sus manos se dirigieron a la tela gruesa y habrieron el agujero que daba paso al interior del costal, en donde encontramos varios huevos de generador de pollo ¿Pero como consiguió eso? Es un poco complicado tener a una especie metida en una esfera tan frágil, pero nada imposible. El hechicero sin ningún tipo de duda empezó a romper cada generador en el suelo, dejando escapar una pequeña multitud de gallinas, pero eso no era suficiente, oh no... Juan sacó de su bolsillo un frasco con un extraño líquido púrpura, se trataba de una de sus pociones fallidas, pero en esta ocasión beneficiosas, aquel líquido lo que hacía era multiplicar el número de el sujeto al que le caía, pero como se dijo, era fallida, lo que también hacía que a los dobles del o los sujetos en sí salgan con mutaciones. Así fue, las gallinas multiplicadas salían con deformaciones lo que ocaciono la risa de Juan, claro, este a la primera carcajada se tapó la boca, aguantado la risa, pero ahora estaba concentrado en seguir multiplicando a la multitud cada vez más grande de animales, y eso izo.

Juan estaba más que satisfecho por su pequeño juego, con una sonrisa pícara salió corriendo antes de que llegue la hora de abrir el local, en lo cual no pasó mucho. Mariana y Mayichi llegaron al lugar unos minutos después, encontrándose con la enorme multitud de pollos que invadían el establecimiento con sus plumas y desorden.

─────¿¡QUE ES ESTO?!───── Exclamó Mariana sorprendido. ─────Espera...¿¡Porque esa gallina tiene tres ojos?!───── Grito nuevamente algo asustado.

─────¿¡A quien le importa?! Tenemos que decirle a Spreen...El realmente estará molesto..───── Mayichi habló finalizando sus palabras en un susurro.

(...)

En el bosque se encontraba Spreen, explorando un poco como solía hacerlo antes de ir a su negocio. Pero esta vez era diferente, pues le llegaría un mensaje a su comunicador en donde se le informaba de la situación. Spreen al principio no se creyó tal cosa, pero la insistencia de su compañera Mayichi por medio de los mensajes terminó por convencerlo, haciendo qué este empezará a correr hacia aquel lugar y a la par de minutos llegaría, topandose con lo que se le había descrivido.

─────Que...¿Que porongas paso aquí?..───── Spreen hablo en un tono serio.

─────Nosotros...No lo sabemos, cuando llegamos todo estaba así.───── Afirmó la mujer.

Más que rivales - Spreen x Juan Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora