"No es solo un juego"

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Ya era de tarde, Juan y Spreen trataban de comportarse como si nada, más que nada Juan, quien se tomaba la situación como cualquier otra, haciendo bromas sobre su "Larga noche" Molestando un poco al híbrido, quien sólo se comportaba incómodo ¿Será sólo eso? En verdad Spreen, más que incómodo, se sentía nervioso.

(...)

───Hey, idiota, deja ya de comer, todas las reservas se están acabando por tu culpa, pendejo.─── Se quejaba Juan.

Ahora mismo ambos jóvenes permanecían en la cocina. Juan, por su parte, hacía la cena después de no haber probado bocado en todo el día; Spreen, por otro lado solo devoraba lo que encontraba, tenía bastante hambre.

───No es mi culpa. No comimos en todo el día y tampoco cene ayer; además, me duele todo el cuerpo.─── contestó Spreen.

───No eres un puto viejo. A mi también me duele el cuerpo, pero debo de admitir que fue una de mis mejores noches.

Ahora Juan se acercó al más alto, dándole un abrazo por la espalda, después, sus manos, las cuales se encontraban en el pecho del oso, empezaron a acariciar descaradamente la misma zona.
Spreen izo un mohín de enojo y luego se encargo de alejar al hechicero, sabía que el solo buscaba joderlo con el tema.

───No me toques boludo. Prefiero no recordar eso.─── Dijo en un tono bajo.

En verdad a Spreen no le molestaba haber compartido un momento tan «intimó» con Juan, pero claramente no lo admitiria, y también, le fastiaba la actitud que tomaba el hechicero, como si lo hubiera usado como uno más de sus “pretendientes” Como uno más de sus juguetes..Pero...¿Eso debería de molestarle?.

───Oh vamos, no te molestes, oso idiota.─── Alzaba los hombros. ───O tal vez...¿Quieras repetirlo?─── Provocaba Juan.

───No.

───Solo fue una sugerencia.

En verdad la actitud del hechicero era bastante infantil, no puedes llevar así nada más a alguien a la cama y luego actuar como si nada, bueno, ese método no funcionaba para Spreen, quien realmente se toma estas situaciones en cerio.

Juan continuó con lo suyo, quería pasarla bien ahora que sus dudas con Spreen fueron aclaradas y buscaba encarrilar su vida a la que normalmente tenía, llena de diversión y despreocupación.

Paso exactamente una hora, el hechicero ya tenía todo listo para la cena, se encargo también de acomodar todo en el comedor: Llevaba platos de pollo, papas, verduras, carnes, vasos de leche, panes, mantequilla y mermelada. Luego, ambos muchachos se sentaron para así cenar tranquilamente.

───Spreen, mañana iré a conseguir más alimento ¿Quieres acompañarme?.─── Interrogó Juan para luego darle un mordisco a un pedazo de carne.

───Sería mejor quedarme aquí, pero me está volviendo loco quedarme sin hacer nada.─── El mencionado también engullo un pedazo de carne sin alzar la vista.

El castaño detuvo todas sus acciones y apoyo uno de sus codos sobre la mesa, colocando parte de su mandíbula y mejilla sobre la palma de su mano, de este modo dijo con aquel torpe tono provocador:

───Pero podemos distraernos de otra forma..¿No lo crees?.

Spreen se detuvo del mismo modo, esta vez alzó la mirada, observando a Juan mientras hacía un puño, el se sentía incómodo con cada comentario o acción que Juan hiciera, proponiendole «sugerencias» a cada rato, a Spreen no le daba gracia, no, el en verdad no quería que lo suyo sea solo un "juego" y tal vez por esa parte odiaba haber tenido relaciones con el de cabellos canela.

Más que rivales - Spreen x Juan Where stories live. Discover now