Más que rivales - Spreen x Juan

La lujuria de un hechicero y la confusión de un oso.

Un oso es agresivo por naturaleza.

Spreen tenía una batalla constante con su animal, a veces se dejaba llevar por aquel instinto salvaje pero su lado humano lo mantenía "controlado". Ahora mismo el territorial animal rugia por dar a respetar lo que le pertenece, en este caso, el inofensivo chico de lentes.

Spreen no entendia el porque de sus acciones constantes por culpa de Juan, su oso simplemente lo contradecía en sus decisiones, incluso luego del incidente en su local, el híbrido intentó irse, pero no llegó muy lejos para cuando su animal empezó a atacarlo, haciéndolo sentir demasiado mal al punto de obligarlo a regresar. La necedad del animal era una duda constante, incluso el empresario recuerda que desde el primer día en llegar al pueblo su oso estaba impaciente por ver a alguien, específicamente al hechicero que no paraba de enfrentarlo, haciendo tal vez que su animal se sienta atacado y atraído por la actitud desafiante del ojimiel, provocando una necesidad de tenerlo a sus pies, como un súbdito, como si fuera un ser inferior ante su líder.

"No hagas nada estúpido".

Spreen no hiba a permitirse hacer alguna tontería por culpa de su animal, su lado territorial atacaba fuertemente, definitivamente fue un error morderlo.
El oso se encontraba en un debate constante, sus impulsos hacían que quisiera ir y atacar al muchacho el cual seguía al lado de Juan de forma más íntima, solo veía a lo lejos mientras sellaba sus labios fuertemente. El empresario intentó irse, sus manos eran puños y sus ojos estaban clavados en ambos chicos, pero cuando intento desviar la mirada y marcharse, su oso grito anunciandole una amenaza, Spreen simplemente devolvió la vista encontrándose con el brujo, el cual intentó quitarle la gema a Juan. Aquella gema era el objeto más preciado del castaño, era un regalo de los Dioses que le servía para controlar su magia y el cual jamás podría remplazar. Solo eso bastó para que Spreen callara a su animal y voluntariamente se dirigió a donde ambas personas, sin dar aviso uno de sus brazos rodeo el cuello de Juan y lo alejo de los labios ajenos, al separar ambos cuerpos la gema se cayó al suelo, delatando por completo el plan del brujo, el cual ahora miraba asustado y confundido.

─────Capo, creo que no podrás quitarle eso al gafotas.───── Mencionó el oso con un tono evidentemente molesto.

El otro sujeto calmo sus nervios en una risa disimulada, después de todo, tenía al hechicero de su lado.

─────¿Quitarle? Juan dijo que podía tomarlo.───── Mencionó el brujo con simplicidad al mismo tiempo de dar un suspiro.

Se noto la sorpresa en los ojos enojados del híbrido quien volteo a ver al hechicero, el cual se resistía al agarre ajeno, tratando de safarze sin decir nada. Pero a comparación de antes, sus ojos pintaban un color miel con tonalidades rosadas, algo que no es característico del hechicero, además de su falta de palabrería grosera. Aún así Spreen ignoró el hecho, pensó que se debía a que aquel castaño estaba pasado de copas.

─────Che, boludo no soy un idiota. Esa gema es lo mas importante para este pelotudo, no te la daría ni en tu mejor sueño.───── Pronunció severo el híbrido.

─────Pero fue así, dejalo hablar, el te dirá que efectivamente me dio permiso para usar su gema. ───── Entonó de forma grave el brujo.

Spreen esperaba una negativa por parte de Juan al liberarlo de su agarre y dejar que explicara las cosas, pero a contrario de lo que esperaba, recibió una respuesta totalmente positiva a lo susodicho por el sujeto. Juan sin mostrar interés y algo aturdido asintió mientras afirmaba lo dicho con una voz despacia, luego levantó la gema y se dirigió al brujo, pero antes de entregarle el collar se detuvo en seco, sus ojos empezaron a nublarse y sus piernas no lograron sostenerlo para cuando el cayó al suelo de rodillas, apretando su pecho con una de sus manos y tensando su rostro. El animal de Spreen, su líder, el estaba molesto, demandante y dándole la clara orden de ni siquiera acercarse al tercero.