13. Katerina Petrova

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Inglaterra 1492

- ¡Por fin apareces! – exclamó Rebekah – Tengo que presentar a unos jóvenes humanos que están para chuparse los dedos

- ¿En qué sentido? – pregunté

- En ambos, por supuesto – dijo Rebekah empujándome hacia las afueras de la casa hasta que alguien se cruzó en nuestro camino – Hermano, tenemos prisa

- Ni si quiera me dejarás saludar a nuestra invitada – dijo Elijah con una sonrisa que iba dirigida a mí – Te veo bien

- Está como siempre, Elijah, deja de ser un romántico empedernido y déjanos pasar

- Niklaus os querrá de vuelta por la noche – dijo Elijah una vez lo sorteamos

Rebbekah y yo llegamos a la casa bien entrada la noche. Ambas oímos el ruido de objetos romperse y avanzamos rápidamente hacia el lugar. Allí, encontramos a Klaus furioso y a un Elijah estático, mirando a su hermano con seriedad.

- ¿Qué ocurre aquí? – preguntó Rebekah con tono cansado, interrumpiendo la rotura de muebles contra las paredes.

- Solo te lo preguntaré una vez más Elijah, ¿dónde está?

- No sé de qué me hablas

- No me tomes por imbécil – dijo un furioso Klaus

- ¿De qué habla Klaus, hermano?

- De que este – dijo señalando a su hermano – la dejó huir

- ¿Hablas de la humana? Entonces no será tan difícil de encontrar – dijo

- Ella es un doppelgänger y la necesitaba – exclamó un furioso Klaus – y para colmo, se llevó la piedra lunar. Pero gracias a ti, iré tras ella y mataré a toda su familia por lo que ha hecho

- No es necesario que hagas eso, Niklaus – le pidió Elijah y Rebekah y yo fuimos conscientes de ese matiz de debilidad

- Haberlo pensado antes – dijo y salió del salón.

Elijah suspiró y nos miró a ambas.

- Solo quería salvarla de Klaus. Parecía una buena chica – se explicó. Rebekah solo negó con la cabeza repetidas veces y salió del salón, intentando hacer entrar en razón a Klaus. Una vez solos, Elijah volvió a hablar - Siento que hayas tenido que ver a Niklaus así por mi culpa

No sabía que decir así que me encogí de hombros. Estaba claro que había pasado algo entre esa mujer y Elijah. Sé que el notó algo y se acercó a mí a paso lento, depositando su mano en mi mejilla.

- Solo haré una pregunta, ¿cómo se llama la chica?

Elijah tardó unos segundos en responder y no quitó la mano cuando pronunció su nombre.

- Katerina



Francia 1497

Odiaba las fiestas de la alta sociedad pero le había prometido a Klaus que asistiría a esta en su nombre. Había vampiros de todas las edad pero estaba claro que yo era la más vieja, aunque ellos eso no lo sabían.

- ¿Está ocupado este sitio?

Una joven extraordinariamente hermosa con rostro en forma de corazón, abundante cabello castaño rizado y ojos almendrados de color marrón oscuro me miraba con una sonrisa en el rostro.

Crónicas vampiricas III (Damon Salvatore y tu)Where stories live. Discover now