4. No tengo miedo

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Caroline me llevó de compras por Mystic Falls. A pesar de ser una vampira de muchos años de antigüedad, era difícil seguirle el ritmo. Esta joven rubia y de aspecto joven y bello, no dejaba de llevarme de un lado a otro. 

Después de ver todas las tiendas y probar muchos vestidos, me decanté por un vestido largo y rojo, ceñido al cuerpo que según Caroline me hacia lucir hermosa. 

Volví a la mansión de los Salvatore entrada la noche. La casa estaba silenciosa así que me dirigí al cuarto que me habían cedido los hermanos para pasar la noche. Hoy sería mi ultimo día en la mansión Salvatore pues mañana era la fiesta y, una vez terminada, me iría de Mystic Falls.

Un leve sonido hizo dirigir mi mirada hacia la puerta y allí estaba, apoyado en el marco de la puerta, Steban.

- Muy maja vuestra amiga

- Lo es - dijo Stefan 

- ¿Estás saliendo con ella?

- ¿Qué? ¡No! 

Yo seguí a lo mío y Stefan me dejó sola. No se como pasó pero me quedé dormida y ninguno de los hermanos me despertó por lo que, cuando me levanté, el sol ya entraba por la ventana.

Bajé a desayunar y me encontré a Damon, sirviéndose  un buen vaso de Bourbon. 

- ¿Así que ahora asistes a alcohólicos anónimos?

- Muy graciosa - dijo sin mirarme

- Me da la impresión de que odias que esté aquí 

- ¿Tanto se nota? - dijo irónico 

No pude evitar suspirar. El hecho de haberse convertido en vampiro lo había vuelto más cruel.

- El hecho de estar aquí, viva, dice mucho de ti. Sobre todo cuando te daba por muerta hace muchos años. No se cual es la verdadera razón de que estés aquí, pero te puedo asegurar - dijo acercándose amenazadoramente -  que no tendré ninguna piedad contigo y te arrancaré la cabeza tan rápido que no te darás ni cuenta

- ¿Crees que me das miedo? - le dije sin titubear. - Si piensas que me voy a acobardar con tus palabras, no me conoces lo suficiente - dije y con mi mano lo arrastre hacia el otro extremo del salón y lo levanté por el cuello, quedando suspendido en el aire. 

Un sonido de unas llaves y dos voces fuera de la casa hizo que lo soltara y Damon se colocó la ropa. 

- Ya estáis despiertos - dijo Stefan entrando en la casa acompañado de una joven de pelo largo y liso, recto de color marrón oscuro. - Te presento a Elena. Asistirá con nosotros al baile

- Un placer - dijo Elena que seguía al lado de Stefan

No respondí. Esa joven... era igual que ella. Nunca podría olvidar su cara y allí, en el mismo salón que ella, se encontraba la vampiro que le había hecho la vida imposible tantos años.

- ¿Ocurre algo? - preguntó Stefan ante mi silencio

- No, todo bien. Un placer - dije - Si me disculpáis...

Salí lo más rápido que pude y me encerré en la habitación. Sabia que los hermanos me harían preguntas ante mi extraña actuación así que, cogí todas mis pertenencias incluido el vestido, abrí la ventana y salí fuera. De un salto, me encontraba en el jardín y desaparecí de los terrenos Salvatore.

Era consciente de que mi coche seguía en la casa pero no me preocupaba pues lo iría a buscar una vez terminada la fiesta.

Alquile una habitación en un pequeño hotel en el centro de Mystic Falls. Para ir con fuerzas al baile, me alimenté de un joven que se hospedaba en la habitación continua a la mía. 

Lo dejé plácidamente durmiendo y regresé a mi habitación donde me preparé para el baile. Estaba  nerviosa. El hecho de volver a ver a los Mikaelson creaba en mi una ansiedad y mmás aún ver a Esther, la más poderosa de las brujas en la historia, y la responsable de la creación de los originales. 

Sabiendo el odio que sentía hacia sus hijos, era extraño que Esther regresara en son de paz y eso me hacia estar alerta. 

Tras arreglarse con su vestido rojo y unas sandalias de tacón negro, me dirigí a la fiesta. Como había dejado el coche en la mansión, no me quedó otra que acudir a la fiesta utilizando mis piernas. 

Lógicamente, llegué mucho antes de que la fiesta empezara pues quería ver a los hermanos antes de que llegaran todos los invitados. Así, si me mataban por mi deslealtad, mi cuerpo desaparecería antes de que Damon y Stefan se presentaran en la fiesta, pensando que había huido de nuevo.

Llego el momento. El momento de volver con los Mikaelson.


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Siento haber tardado tanto en subir nuevo capítulo. Espero que os guste. 

No os olvideis de darle a la estrellita y dejar un comentario para que suba más capítulos pronto.

Un saludo

Crónicas vampiricas III (Damon Salvatore y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora