Ser la primera vampira convertida te pone, a veces, en situaciones de riesgo. pero tal vez sea peor estar relacionada con dos de las familias más famosas de vampiros: los Mikaelson y los Salvatore.
Tal vez aún no me conozcas pero déjame decirte que...
La mansión Salvatore se alzaba delante de mis ojos de vampiro. Las luces del interior de la casa iluminaban levemente el gran jardín exterior pero gracias a mi agudeza visual no necesitaba luz. Baje del coche y di un portazo que despertó los habitantes de la casa. Decidí apoyarme en el capo del coche mientras esperaba a mis queridos hermanos.
Este lugar me traía muchos recuerdos pero intente alejarlos de mi mente. Los años habían mejorado su apariencia para bien. La puerta principal de la casa se abrió y de ella salieron dos jóvenes. Uno de ellos aparentaba la edad de un joven de 17 de 1.80m. Su cabello era castaño claro, el cual se había oscurecido desde la última vez que lo había visto, y su ojos de color verde. La segunda persona que salió de la mansión era un joven de gran atractivo, 1,77m y una complexión fuerte. De ojos azul claro y cabello de color castaño oscuro casi negro contrastaba con una piel blanca y fina.
Saque las llaves de mi cazadora y apreté el botón del mando del coche y las luces del coche se encendieron unos segundos llamando así la atención de los hermanos. Estos comenzaron a caminar hacia donde me encontraba y cuando estaban a escasos metros de mí se detuvieron.
- Me alegro de volver a veros – dije mirando a los hermanos Salvatore
-¡Imposible! – exclamó Stefan sorprendido y asustado
-______ - dijo Damon
- ¿Cómo estáis? – pregunté con una sonrisa
- No puede ser – dijo Stefan sin dar crédito a lo que veía - ¿Cómo...? Si estás aquí, solo puede significar que...
- ¿Eres un vampiro? – preguntó Damon sorprendido
- ¡Bingo! - exclame – Os ha costado. Pensé que erais más inteligentes. – dije separándome del coche – Estáis igual que hace, ¿Cuánto? ¿150 años?. Que vieja me siento.
- ¿Qué haces aquí _____? – preguntó Damon cambiando su tono de voz
- Oh sí – dije sacando la invitación de la chaqueta – La familia Mikaelson se siente complacida de invitarla al baile de gala que se celebrara en la casa de campo de la familia en Mystill Falls. Aguardamos con ansia su presencia. – leí y volví a guardar la invitación
- ¿De qué conoces a los Mikaelson? – preguntó Damon mirándome fijamente
- Oh. No os lo había dicho. Fueron ellos los que me convirtieron – dije sonriendo maliciosamente.
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Me senté en el cómodo sofá de la mansión Salvatore. Damon y Stefan me miraban sorprendidos y confundidos.
- Bonita casa – comente – Los años le han sentado bien.
- ¿Quién te convirtió? – pregunto Stefan
- Elijah, por el año 990
- ¡¿Qué?! – exclamaron los hermanos
- Sí. Fui la primera persona en ser convertida por los Mikaelson. El conejillo de indias, como lo llamo yo.
- ¿Pero cómo? – pregunto Stefan sin dar crédito
- Bueno, yo vivía en Mystill Falls al igual que los Mikaelson, en el muy antiguo Mystill Falls. Un día, buscando comida para mi familia, descubrí a Kol bebiendo sangre de una joven. Como lo había descubierto, Kol me mato para que nadie supiera su secreto. El problema era que, al parecer, el día anterior había sido atacada por un oso y Elijah me había dado al obligarme a beber su sangre para reponerme después de matar el al oso. Yo no me acordaba de nada porque había borrado mis recuerdos. ¿Una locura, verdad? El caso es que cuando Kol intentaba enterrar mi cuerpo, Elijah apareció y lo descubrió. Discutieron y se pelearon. Mientras ellos peleaban, desperté. Kol y Elijah me llevaron a su casa y le explicaron todo a sus padres y a sus hermanos. Yo me encontraba hambrienta así que me escape y me alimente de la primera persona que encontré en el camino. Cuando me di cuenta, era un vampiro. Finalmente, los Mikaelson decidieron no matarme porque... - dije pero decidí dejar esa información para otro momento
- ¿Por qué? – pregunto Stefan
- No me acuerdo – mentí – Han pasado muchos siglos desde aquello.
- Sí lo sabes pero no quieres contárnoslo – dijo Damon
- Si tú lo dices – dije – El caso es que decidí asistir al baile pero antes quise visitar a mis hermanos favoritos
- Te marchaste – dijo Damon enfadado
- Lo sé – dije en tono triste – Tuve que hacerlo. No lo entenderías
- Explícanoslo – exigió Stefan
- Me da mucha pereza – me queje
- _____ - dijo Damon con poca paciencia
- ¿Os suena el nombre de Katerina Petrova? – les pregunte
- No fastidies – dijo Damon
- Me encantaría estar de broma pero no – dije enfadada – Vuestro "amor" fue la razón por la que me marche
- No es nuestro amor – me corrigió Stefan
- Lo era – lo corregí de nuevo – El caso es que se enteró de lo mucho que le importo a los Mikaelson por lo que se le ocurrió que si me capturaba, podía usarme como objeto de intercambio. Su libertad por mi libertad
- Y por eso huiste – dijo Stefan
- ¿Cómo sabias que iba a venir a Mystill Falls? – pregunto Damon mientras caminaba de un lado a otro
- Tengo contactos – dije – Y como entenderéis, no os dije nada. Sería una locura
Stefan y Damon me miraron sin dar ni una palabra más
