Capítulo 7

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                          *Presente*

Y podrán decir que ahora estaba más que completa tenía al hombre que quería, el trabajo perfecto, un buen puesto y mis deudas saldadas y además estaba casada.

Pero todo se destruyó en unos pocos meses, en lo que juraba que todo iba de maravilla.. no estoy diciendo que tuvo la culpa, por que seria adelantar las cosas, sigo con el resumen, ahora no solo trabajamos adentro ahora lo hacíamos afuera, reparando y mejorando las naves de afuera, en donde pude conocer a la conocida Paz Socorro una mujer hecha y derecha que sin ella el coronel no salía, eran sus ojos en el campo.

Tantas veces que oia hablar de ella quería conocerla y lo pude hacer, una de esas tantas veces sali junto al coronel, miraba por fuera las naves cuando algo nos interrumpió.

—Coronel Quaritch—Lo llamó una voz femenina, yo estaba agachada viendo los escapes y tomando muestras del veneno para el laboratorio, sentí una suave patada en mis gluteos, me levante para regañarlo, vi a una mujer de cabello castaño me sonrio—Hola, soy Paz Socorro.

—Odec Ethan, el placer es mio—Extreche su mano, ella miró la nave y me sonrio aún mas—Bueno, esta es la única que no tiene tanto daño.

—Es la mía—Contestó firme, le aplaudi orgullosa, ella infló pecho.

—Ella si sabe apreciar mis esfuerzos, coronel aprenda de ella—Lo mire enojada me devolví a Paz—Solo por eso, será la primera en ser mejorada.

—En serio—Me vio feliz, yo asentí me agrada esta chica—Gracias, pero como lo haras.

—Por qué soy quién manda en ese lugar—Confese, ella se despidió con la esperanza de ver su nave mejorada, el coronel me vio enojado—Su nave será mucho mejor.

—En serio—Suavizó la mirada, bese su mejilla para entrar de nuevo a la base, baje las escaleras rumbo a traer mis planos.

Las cosas mejoraban cada vez, con el tiempo deje de usar zapatos, era más cómodo, más de una vez me regañaron por no llevar pero me daba igual, el sector tenía más color por las cortinas.

Beatrice me ayudaba con mejorar las maquinas, Lucas y josep se mantenían adentro para reparar las armas, el coronel me decía en secreto su esposa.

Beatrice era de las pocas mujeres que me hablaba y debo decir que Socorro se integró a nuestro grupo rápido, era graciosa, valiente y fuerte era muy especial, al fin se lleva bien con todos.

Recuerdo que un día me regalo una pulsera que ella misma creó, decía que eso hacía prueba de nuestra amistad.

                        *Presente*

Deje de redactar para apoyarme en la silla, camine descalza a la cocina para comer algo antes de seguir con la redacción, el dolor en mi cuello producto de los moretones me tenía muy adolorida, tomé un sorbo de café y me fui a la silla, cuando una alarma sonó en la computadora, eran las 12:00.

—Es el cumpleaños de mi niño—Dije feliz, busque su regalo para ir a despertarlo, estaba dormido abrazando la almohada, me acerque a besar su frente—Es tu día.

—Mami—Balbucio volviendo a dormír, deje su regalo al lado para salir afuera esperando que llegara su padre a felicitarlo pero es mentira el no vendrá, no después de lo que me hizo anoche, ni siquiera ella vendrá por ese hombre, él no parece a mi, por que no es mi hijo, me considera su madre pero no lo soy, abandone la habitación para seguir con la grabación.

Por mensaje supe que harían una especie de interacción con los nativos de pandora, me dieron la tarea de equiparlos, ocate la orden dándoles mis mejores armas para su protección.

Coronel Quaritch Donde viven las historias. Descúbrelo ahora