Capítulo 18

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LISA

Quien diría que yo, Lalisa Manoban, novia del cantante Jackson Wang. Estaría escondida con mi auto en un callejón a tres cuadras del estudio más famoso de Mino, novio de Jennie Kim.

Si se preguntan que hago escondida en un callejón dentro de mi auto, cuando serían ya casi las 9 de la noche, pues fácil estoy esperando a escondidas a una hermosa morena de ojos color chocolate, que vendrá en unos minutos después de despedirse de su novio, e iremos a una cita.

Si...me oyeron!, una cita con Jennie Kim. Dios parezco una estúpida hablando como si alguien estuviera escuchando. Realmente Jennie me tiene mal, muy mal.  

Mire por última vez la hora en el tablero del auto. Faltaban sólo cinco minutos para que Jennie venga a encontrarse conmigo y pueda llevarla a una cita que no creo que en su noviazgo con ese imbécil la haya llevado. 

Sonreí recordando el día de ayer, cuando Jennie me tomó en mi propia casa, y propia habitación, creía que ella me haría suya ahí mismo con nuestros novios en la planta de abajo. 

Unos golpecitos en la ventanilla me sacaron de mis pensamientos. Dirigí mi mirada a la ventanilla de donde provenían los golpes y vi una hermosa morena con su sonrisa. Esa hermosa sonrisa que me hace delirar. 

Quite el seguro y deje que ingresará al auto.  

—Llevo segundos golpeando, tenías una cara de boba, jajaja— me dijo Jennie —¿en que pensabas?— me pregunto. 

Yo sólo la mire y seguí sonriendo, ¿en verdad estaba pasando esto? Pensé. 

—Hola— dije acercándome para besarla. 

—Hola— me dijo ella, poniendo una de sus manos en mi mejilla y besando mis labios.  

Primero fue un simple roce de nuestros labios, pero inmediatamente levanté mi mano y la puse en su nuca para profundizar el beso. Que fue bien recibido por la morena.

Sonreí entre medio del beso, Jennie me volvía loca.

—¿A donde me llevarás?— me dijo una vez terminó el beso y nos colocamos los cinturones.

—Es una sorpresa— dije y encendí el auto. 

Maneje durante mas de media hora. Por momentos miraba a Jennie que se había quedado dormida. No me moleste en despertarla se veía muy cansada.

Cuando noté a los lejos la casa de la playa sonreí, esperaba que a Jennie le gustará.  

Estacione cerca de la entrada de la casa. Saqué el control remoto que tenía en la guantera sin despertar a Jennie. Realmente se veía hermosa mientras dormía. 

Logré colocar el código y las puertas se abrieron.
La casa de la playa era una propiedad privada. La herede de mi abuela el día que ella murió.

Recuerdo que ella me dijo que el día que ella se fuera con Dios, me dejaría esta casa con la sola condición de que viviera con mi gran amor. Porque en este lugar fue donde ella fue feliz junto a mi abuelo por muchos años.
Cuando pasó lo de mi abuela, sólo viví un año aquí. No cambie nada, deje todo como a ella le gustaba, eso me hacia sentirla aun conmigo.  

Cuando conocí a mi novio, nunca le comenté de está casa. No sentía que podía traer a Jackson aquí. El es distinto y creo que un lugar así para él, sólo sería un lugar de fiestas. Y yo no dejaría nunca que algo así pasará.

Una vez en la entrada de la casa estacione y desperté a Jennie.

—Hermosa— dije moviendo su hombro un poco  —bebé— dije y me acerqué besando sus labios.

A escondidas (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora