Capítulo 28

813 74 2
                                    


JENNIE

Desperté con mi cuerpo cansado mire por la ventana de donde provenía la luz de afuera.

Al recordar lo que había pasado me levanté de la cama de un salto.

Camine hacia la ventana y vi a unos pocos metros la figura de Lisa cerca del mar. Sonreí al recordar que hace unas horas atrás.

Fue hermoso la manera en la que Lisa me trato, en la manera en que me hizo suya, el sólo recordarlo hacia mi centro palpitar.

Tome mi ropa me vestí y salí a encontrarme con ella.
Llegué y la abrace de atrás, la noche estaba llegando y teníamos que volver.

Cuando pase mis manos por su cintura y apoye mi pecho en su espalda pude sentir como se tensaba por unos segundos y después se tranquilizaba.

—Hola— dijo, rozando sus dedos en mi manos que estaban en su cintura.

—Hola— dije y bese su hombro.

Estuvimos así por unos minutos sin hablar mirando y escuchando la marea llegar casi hasta nuestro pies.

Senti a Lisa entrelazar mis manos con las suyas y podía jurar que escuché un sollozo.

Fruncí mis cejas y separe nuestro agarre para darla media vuelta, podía ver en sus ojos una pizca de lágrimas.

—¿Pasa algo?— le pregunté un poco preocupada.

—No...— dijo y bajo su mirada.

Si algo pasa pensé.

Lili— dije y vi que levantaba su cabeza con una sonrisa forzada.

—Me gusta— dijo —Lili, me gusta.

—A mi también— dije y sonreí —¿que sucede?— volví a preguntar.

—Es sólo que— dijo y soltó un suspiro —se que lo que tuvimos fue lo más que me podía haber pasado en la vida. Senti mi cuerpo y me alma congeniar con tu cuerpo. Que tengo miedo— me dijo.

—Para mi también fue lo más hermoso que podría haber pasado, y no me arrepiento— dije mientras con mis manos la tomaba por su rostro —pero no entiendo a que le tienes miedo.

—No entiendes o no quieres entender— me dijo mientras giraba sus ojos ignorando mi cara de confusión.

—¿Porque dices eso?— le pregunte.

—¿Porque Jennie, es en serio?— y yo cada vez entendía menos.

—Es que no te entiendo— le dije ya más confundida.

—¿Que no entiendes?— me dijo ya con su tono de voz un poco alto —que acabamos de hacer el amor, y dentro de unos minutos cada una se tendrá que ir a seguir con su vida, como si nada de esto hubiera pasado. Como si no te hubiera echo mía hace unas horas atrás. ¿Como hago Jen dime?— pregunto —como hago para borrar tu sabor, tu esencia, tu aroma que se acaba de tatuar en mi piel. Dime como hacer, porque te juro que me volveré loca. Ver y notar que lo tomes todo tan en calma, mientras yo me estoy muriendo por pensar que tienes que volver a tu departamento y el puede estar esperándote. Como hago para no volverme loca y saber que tienes que ir a su casa para estar con el y entregarte a el como lo acabas de hacer conmigo hace algunas horas. Dime como hago para no morirme de celos, pensando que todos los días llegas a tu trabajo que precisamente es el de él y te va a besar para darte los buenos días- sentí lágrimas caer por mis mejillas con la confesión de Lisa —como hago para no volverme loca e ir a buscarte en medio de la noche para hacerte mía, para hacerte el amor, y después dormir a tu lado y despertar a la mañana siguiente contigo en mi brazos. —¡DIME COMO MIERDA HAGO PARA ESTAR TAN TRANQUILA COMO ESTAS TÚ AHORA!— terminó gritándome en la cara.

—Yo...yo— no sabía que decir sus palabras me habían dejado en shock y baje mi mirada.

—No digas nada Jennie— dijo suspirando. —esta vez soy yo la que te pedí que te vayas—Levante mi mirada —por favor vete. Necesito estar sola, necesito pensar.

Asenti y comencé a caminar de vuelta a la casa para tomar mis cosas e irme. Mire a Lisa caminar detrás de mi a pasos lentos alejada de mi.

Entre en la casa y fui a la sala. Tome mi bolso y comencé a caminar hacia la puerta.

—El taxi está afuera— sentí la voz de Lisa algo alejada.

Gire sobre mis talones, para observarla en el umbral de la puerta que dejaba ver el hermoso atardecer.

—Gracias— fue lo único que opte por decir y darme media vuelta y salir.

Pase el camino echo de piedras hacia la entrada. Al salir ya de la casa de Lisa, vial taxi esperándome. Me subí dando la dirección al chofer. Comencé a ver el camino hacia la ciudad. En mi cabeza pasaban como película repetida las palabras de Lisa, senti una sensación en mi pecho de alegría mezclada con dolor.

Lisa me había dicho tantas cosas que me hicieron sentir amada y una idea loca pasó por mi mente.

¿Me había enamorado de Lisa? Podía ser eso real.

Me enamoré de ella hoy, después de hacer el amor con ella. Después de escuchar sus palabras que al parecer salían de lo mas dentro de su alma.

No, no fue ahora me dije. Me enamoré de ella el día que la vi llegar a la casa de Mino de la mano de su novio.
Ahora entendía a lo que Lisa se refería. Ella sintió lo mismo que senti mientras ella me hacía el amor y ahora ella sufría pensando que no había sentido nada. ¿Acaso ella creía que sólo para mi fue sexo? Dios no podía permitir que pensará eso de mi.

Debía confesarle que también yo iba a sufrir pensando en que su novio la besaría, y la buscaría para hacerla suya de la misma manera que nosotras lo hicimos. También me moría de celos de pensar que el se levantará toda las mañanas entre sus brazos. Dios también me volvería loca de pensar que Jackson tocara su cuerpo, besara sus labios y más.

—Dios Lisa yo también me moriré si no vuelvo a tenerte entre mis brazos— dije hablando sola.

Por un segundo noté como el auto se detuvo y estaba frente al edificio donde vivía. 

—¿Esta bien señorita?— me pregunto al ver que no me movía para bajar. Lo mire y sonreí. 

—Estoy re bien— dije pagando por el costoso viaje. 

Baje y camine hacia el edificio. Tome el ascensor y mientras iba subiendo a mi piso no pude evitar recordar la manera en que Lisa me hizo suya, la forma en que su cuerpo y el mío encajaban, la forma en que nuestras almas se entrelazaban. 

—¡Dios estoy enamorada de Lisa!— me dije mientras me veía al espejo del ascensor y mis manos iban a mi cabeza —si estoy enamorada de esa pelinegra— sonreí y senti las puertas abrirse.  

Salí y camine por el pasillo hacia mi puerta. Abrí y dos segundos entre dejando mis cosas en la mesita del lado de la puerta.  

Camine hasta mi sofá y me recosté en el sin importarme nada. Vi la hora en el reloj de pared y sonreí había pasado prácticamente toda la tarde con Lisa.

—Y no me arrepiento de nada— dije mientras me llevaba mi dedo a la boca —fue hermoso como me hiciste el amor Lisa— dije llevando ahora mis manos a mi rostro y tapándolo. 

Estoy segura que estaba más que colorada, sentía mis mejillas arder.

Esa pelinegra me volvía loca muy loca y sólo me bastó hoy para darme cuenta.

______________________
Hace mucho frío 😶‍🌫️

A escondidas (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora