Capítulo 31

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JENNIE

Cuando baje miraba para todos lados. Me había olvidado de preguntarle a Jisoo cual era su auto.
Cuando estaba apunto de subir otra vez vi un auto que hacia juego de luces. Trate de ver bien quien era.

Cuando un brazo salió por la ventanilla mostrándome a Lisa.

Camine hacia allí y entre en el auto apenas llegue.

—Perdón— fue lo primero que escuché apenas entre en el auto- por favor perdóname. Me deje llevar por los celos, no estaba pensando cuando ha...— y no la deje seguir porque me acerqué a ella y la bese.

Nuestros labios sincronizan tan bien juntos. Nos separamos cuando nos faltaba el aire.

—Te perdono— dije mientras juntaba nuestras frente y senti como suspiro y sonrió —pero nunca más me vuelvas a decir algo así.

Ella asintió.

—Lo siento mis celos me ganaron— dijo —pensé que te habías acostado con el después de haber estado conmigo y mis celos me sobrepasaron— la mire mientras me besaba la punta de la nariz —yo te quiero, yo estoy enamorada de ti— iba a decir que yo también pero no me dejo hablar cuando beso mis labios y siguió hablando —se que dirás que es muy pronto pero no pude evitarlo— asenti dándole a entender que tampoco yo pude evitar enamorarme de ella —y lo digo para que sepas que no volveré a tocar y a sentir otra piel que no sea la tuya— dicho aquello me volvió a besar.

El beso iba subiendo un poco la intensidad pero debía parar yo también quería decirle que me sentía igual que ella. Me despegue de sus labios sin querer hacerlo.

—Lili— dije y ella quería volver a besarme —e..espera— dije como pude entre medio del beso —quiero hablar.
—No— dijo y me siguió besando —te extrañe tanto estos dos días. Fueron una locura para mi, déjame besarte antes de que vuelvas a tu departamento.

—Lisa por favor—pedí y ella se resignó y me miro —yo también te quiero y también siento esto aquí— toque mi pecho —por ti. Y también siento miedo de que sea muy pronto— ella negó y quería volver a acercarse para besarme, pero negué tapando su boca con mi mano y senti como dejaba besos en la palma de mi mano —y también siento miedo de ser descubiertas. Yo no soy así—dije —nunca creí que engañaría a Mino— sentí como fruncía sus labios bajo mi palma cuando mencioné a Mino.

No negó ella con la cabeza. Saque mi mano de su boca para que hablara.

—Mi relación no me importa— dijo —se que el me engaña Jen— y yo abrí mis ojos. Como podía engañar a una mujer como Lisa —y por eso no me importa terminar con el por ti.

Senti miles de mariposas en mi estomago después de la confesión de Lisa. Sonreí y ahora fui yo quien la beso a ella. Sonreímos entre medio del beso.

—¿Quieres entrar?— le pregunté invitándola a mi departamento.

—No— dijo y yo fruncí mis cejas —quiero quedarme aquí contigo solas. Jisoo nos va a interrumpir, la conozco y se que hará todo para dejarme en vergüenza frente a ti.

—Esta bien— dije y la volví a besar. También había extrañado sus labios.

—¿Te gusto?— me pregunto y creí que hablaba de sus besos.

—Siempre me gustan tus besos— dije.

—El oso— dijo y me separe para mirarla —el que llevo Jisoo arriba— y allí recordé el oso.

—¡Si!— dije emocionada —es hermoso. Pero donde pondré ese oso tan grande. 

—En tu habitación— me dijo —así cuida de ti por mi.

—Esta bien— dije —irá a mi habitación entonces.
—Gracias— me dijo antes de dejar un beso en la punta de mi nariz —por perdonarme y entenderme por mis celos tontos.

—Tienes que tratar de controlarte— dije —yo también lo haré. Si queremos poder estar bien debemos controlarlos— le hice entender.

—Si— dijo y vi que iba a encender el auto —quiero llevarte a comer. 

—Lisa— dije —mira mis pintas— dije estaba de un pantalón de Jeans negro y sólo una blusa sencilla color azul. 

—Para mí estas hermosa— dijo mostrándome esa hermosa sonrisa —así tengas puesto una pijama, serás hermosa para mi. 

Dios no podía, Lisa era muy tierna.

—Aww— dije —te juro que te comería. Gracias— dije y me acerqué y bese sus labios. Vamos— hable. —Y yo me dejaría comer por ti— me dijo mientras subía y bajaba sus cejas. 

Senti mis mejillas arder.

—Eres una pervertida— dije y golpee su brazo.
 
—Sólo contigo— me dijo —te gustan los hot dogs?— pregunto. 

—Si— conteste —¿por? —Porque es lo que iremos a comer. Conozco un hermoso lugar donde te llevaré a probar los mejores hot dogs de Miami— me dijo y comenzó a mover el auto para salir a la carretera. 

—Esta bien— dije y sonreí. Parecíamos dos adolescentes. Nunca me senti de esta manera. Lisa despertaba tantas cosas en mi. Tantas que nunca senti con Mino en el poco tiempo que estamos juntos. 

—¿Amor?— me dijo y senti mi pecho agitarse —¿puedo llamarte así verdad?— me pregunto.

—Me encanta que me llames así— dije boba mientras miraba su perfil. Lisa era hermosa.

—Bueno, amor— dijo tomando mi mano —te extrañe— dijo y como pudo acercó mi mano a su boca y dejo un beso en mis nudillos. 

—Yo también— dije y la vi sonreír —mucho. 

—Mucho— repitió mi palabra. 

—Mi cuerpo también te extraña mucho— dijo dándome una mirada fugaz y volvió la vista al frente. 

—El mío también— dije y la vi apretar sus manos al volante —que dices si en ves de ir a comer— dije viendo a dos metros más adelante de nosotras un hotel —entramos allí— apunte el hotel. 

Senti como Lisa tiro el auto hacia al costado y en menos de dos segundos estábamos entrando en el hotel. 
Vi como Lisa salió del auto, hablo en una pequeña ventanilla y volvió. Entramos en el hotel y nos bajamos una vez que vi en las manos de Lisa una llave. 

—Vamos— dijo y caminamos al ascensor. 

Cuando entramos al ascensor y las puertas se cerraron senti sentí el cuerpo de Lisa impactar con el mío y pegándome a la pared. 

—¡Dios Lisa!— dije cuando senti sus labios en mi cuello. 

—Te extrañe— dijo y senti como mordió mi cuello. 
—Ves, tu me marcas y luego te pones celosa— le dije y noté como negó en mi cuello. 

—Lo siento— dijo y levantó su cabeza para mirarme a los ojos —te quiero— y me beso. 

—Yo también— dije y nos besamos como locas. Senti las manos de Lisa bajar y apretar mi trasero. Solté un pequeño gemido y escuchamos las puertas abrirse. Caminamos agarradas de las manos hasta llegar a nuestra puerta. Vi como Lisa con la llave que tenía en sus manos y abrió la puerta dejándome pasar. No termine de entrar cuando volví a sentir el cuerpo de Lisa a mis espaldas. 

—Dios— dijo detrás de mi —muero por hacerte mía de todas las maneras posibles. 

—Yo también muero porque me hagas tuya— dije y me voltee. 

De un brinco subí enredando mis piernas en su cintura. Lisa me agarro por mis glúteos para evitar que cayera y comenzó a caminar conmigo en su cintura.


A escondidas (Jenlisa)Where stories live. Discover now