XIII

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"La gente aprende a amar sus cadenas"


Paz.

Tranquilidad.

Hogar.

Louis despertó, abrió los ojos lentamente, respirando paz, el aroma del alfa impregnado en su piel y en el ambiente, un fuerte brazo rodeando su cintura, sosteniéndolo firmemente contra el cuerpo ajeno, con su espalda pegada al pecho del otro y la tranquilidad que sentía su omega de estar así.

Lastima que no pude estar en esos brazos por mucho tiempo.

El omega se giró lentamente para mirar el rostro de Styles, no pudo evitar sonreír al ver el relajado rostro del alfa, con los ojos cerrados, podía sentir la respiración tranquila chocar en su rostro.

Louis trago en seco, tomó el rostro del alfa entre sus manos y le dio un casto beso en los labios, el sabor salado y dulce de los labios ajenos combinándose con el suyo, haciendo a su corazón latir con fuerza por la emoción.

Sonrió nostálgicamente separándose de Harry, saliendo de la cama con movimientos suaves para no despertar al alfa.

Styles se movió acomodándose mejor en la cama, sin abrir los ojos y sin sospechar que se había quedado solo.

Louis tomó su ropa rápidamente, colocándosela lo más rápido posible, sin hacer demasiado ruido.

No quería irse, pero tenía que hacerlo.

El omega se asustó un poco cuando miro la cantidad de mensajes y llamadas perdidas que tenía de parte de Camila.

Su amiga estaba preocupada por él.

Antes de salir de la habitación Louis camino a la cama y le dio un beso en la frente a Harry, en forma de despedida.

Con la poca dignidad que le quedaba salió de ahí, sin mirar atrás, lo último que quería era arrepentirse de lo que pasó la noche anterior o peor aún, querer repetirlo.

Louis tomó su teléfono y decidió llamar a Camila, antes de que la chica lo fuera a buscar a su departamento o que sus ganas de golpearlo aumentaran.

Uno, dos, tres timbres del teléfono y la voz de la omega alterada se escuchó del otro lado de la línea.

- ¡¿En donde carajos estas?! - gritó Camila.

Louis intentó no reír mientras bajaba por las escaleras del hotel.

- Tranquila. Estoy bien - fue lo único que pudo responder el omega sin que la risa escapara de su garganta.

- ¿Estás bien? Por dios. ¡¿QUÉ PASA CONTIGO?!, por un momento creí lo peor, por ejemplo, que te habían secuestrado para vender tus órganos.

Louis rió esta vez.

- Eres una dramática - respondió saliendo del hotel y comenzando a caminar.

- ¿Dramática yo? - preguntó indignada la chica. - Desapareciste de la fiesta sin avisar. Eres omega y estás en cinta, ¿Cómo quieres que no me preocupe?

- Ya te dije que estoy bien - gruñó Louis.

- Si, pues no me importa - dijo molesta.

- No te enojes - rió el omega.

- ¿En dónde te metiste?. Te llamé a tu departamento y tampoco respondiste, es obvio que dormiste ahí.

Louis tragó en seco.

⚓ P O L I C Í A S ⚓  Omegaverse [Larry Stylinson] Where stories live. Discover now