⚓ P O L I C Í A S ⚓ Omegaverse [Larry Stylinson]

XIV

"He sido un tonto.
Pero las fresas y los cigarrillos siempre saben a ti"

✝

Harry despertó, desorientado, esperando tener al pequeño omega entre sus brazos, pero en su lugar se encontró con él totalmente solo en el sofá.

Completamente solo, desnudo, con el departamento totalmente en silencio, era obvio que el omega se había ido.

¿Por qué Louis se fue de su propio departamento?

El alfa tomó su ropa del suelo, se sentía humillado de alguna manera, era como si Louis solo lo usara para su satisfacción sexual y luego lo botara, una y otra vez.

Al momento de tomar su camisa notó el aroma de Louis en ella, sonrió inconscientemente por eso y se la colocó.

Ahora había una incógnita en su mente.

Quedarse o irse.

Podía quedarse a esperar al omega o irse de ahí antes de sentirse más usado de lo que ya se sentía en esos momentos.

¿Por qué Louis primero quería estar con él y luego desaparecía como si nada?, incluso en su propio departamento.

Era tonto.

Y él simplemente no podía entender a que estaba jugando Louis, pero ese juego se tenía que terminar antes de que se volviera loco.

Aunque él realmente ya estaba loco por aquel lindo omega de ojos azules, curvas definidas, pómulos delicados y pestañas largas, con suave piel color caramelo y voz angelical.

Bueno, en realidad la definición perfecta que describe de lo que sentía por su omega es que está completamente loco de amor por Louis y por nadie más.

Mientras tanto Louis estaba en el refugio, en cuanto Styles se había quedado dormido, él se levantó lo más rápido posible y se fue del departamento.

Tenía que ver a Valeria, le había prometido a la niña ir a verla una vez a la semana y no pensaba romper esa promesa.

Así que el omega salió de su departamento, pasó a su tienda de postres favorita y compro algo especial para la niña.

- Pensé que no vendrías - habló Valeria corriendo a hacia él.

- Yo siempre regreso - respondió riendo el omega. - Te he traído algo especial - dijo emocionado.

Valeria sonrió y lo tomó de la mano para guiarlo hacia su cama.

- ¿Qué es? - preguntó con emoción en su voz una vez que se sentaron ambos en la pequeña cama.

- ¿Recuerdas que me dijiste que amabas las donas? - preguntó sonriente.

La niña asintió emocionada y mirando con ilusión la bolsa de papel que traía el omega en sus manos.

- Pues, te he traído las donas más ricas de este mundo - dijo Louis extendiendo la bolsa hacia la pequeña.

Valeria aceptó la bolsa con felicidad y la abrió sin esperar ni un segundo, sus ojos brillaban de emoción y Louis no podría estar mas satisfecho por eso.

- ¿Todas para mí? - preguntó sacando una de las donas y dándole un mordisco.

- Todas para ti - respondió el omega sonriendo.

- ¡Mil gracias! - gritó ella abrazando al omega por el cuello - Eres el mejor.

Louis rió y abrazó a la niña igual.

- Hueles diferente - susurró Valeria separándose de él.

- ¿Insinúas que apesto? - preguntó divertido.