Capitulo 7

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Chris se quedó mirándolo, boquiabierto. Intentó hablar, pero no le salían las palabras. Había estado pensando en el desde que salió del restaurante. Las palabras de Jiyong se repetían en su cabeza hasta que tuvo que preguntarse si su hermano tendría razón. Pero si tenía razón, eso significaba que había desperdiciado cinco años de su vida y de la de Seungmin. De modo que no tenía razón. Jiyong no sabía que se había divorciado.

Todo su cuerpo se puso en alerta. Sentía como si estuviera en la cabina de un jet, a punto de despegar, con la adrenalina saliéndole por las orejas. Entonces se dio cuenta de que el estaba hablando:
—...me he dejado la llave dentro.

—¿Eh?

—Que me he dejado la llave dentro y no podía entrar...

—¿Y has salido así a la calle?

—No se me ve nada —sonrió Seungmin—. Y tampoco es que haya ido a dar un paseo por la calle Mayor. ¡Además, es una toalla grande!

«No lo suficiente», pensó Chris. Y estaba... precioso. Para comérselo. Irresistible. Y tantas otras cosas que no podría nombrarlas todas. El pelo castaño caía sobre sus hombros desnudos y sus ojos brillaban con un ansia que él conocía muy bien. Habría deseado tocarlo por todas partes, quitarle esa toalla y...Entonces miró el nudo de la toalla. ¿Se estaba deshaciendo? ¡Por favor!. «Deshazte»

—Bueno —Seungmin se sentó al borde de la cama— sé que tú tienes una llave y pensé que no te importaría que te esperase aquí.

Chris se preguntó si lo habría hecho a propósito. La luz de la luna le daba de lleno, envolviéndolo en su halo plateado...

—No, no me importa —suspiró, tragando saliva.

Su cerebro parecía haber dejado de funcionar, pero otras partes de su cuerpo estaban funcionando a toda máquina. Entonces Seungmin se tumbó sobre la cama, con la espalda apoyada en el cabecero y los pies cruzados, como si no tuviera una sola preocupación en el mundo. Como si no estuviera medio desnudo en su cama.

—Éste apartamento es muy agradable. Me gustan los muebles.

¿Ahora le daba por charlar sobre la decoración? ¿Él estaba a punto de perder la cabeza y el se ponía a hablar de muebles? No, lo estaba haciendo a propósito para torturarlo. Sabía lo que hacía. Muy bien, la clave para sobrevivir era sacar a Seungmin de allí de inmediato. Preferiblemente, sin tocarlo y sin oler su perfume, que parecía llenar todo el apartamento.

—Vamos —dijo, tomando las llaves de un cajón—. Te acompaño abajo.

—¿Tienes prisa?

Chris lo miró. El se puso de lado, despacio. Él contuvo un gemido. Con la cabeza apoyada en una mano, Min no dejaba de mirarlo, mientras que con la otra tiraba de la toalla hacia arriba. Chris se olvidó de respirar. Entonces el nudo se deshizo y la toalla se abrió, mostrando su cuerpo desnudo.

—Me estás matando —consiguió decir él, con los dientes apretados.

—Pues no era eso lo que yo tenía en mente —dijo Min sin taparse.

Chris se pasó una mano por la cara.—Se te ha caído la toalla.

—Lo sé.

—Sé que lo sabes.

¿Por qué estaba haciendo aquello? ¿A qué estaba jugando? ¿Era una venganza por haber pedido el divorcio? Pero si era eso, ¿por qué había esperado cinco años?¿Y si era algo más? Pero si seguía haciéndose preguntas sin respuesta, perdería la cabeza.

—Esto es absurdo.

—Es posible.

Chris lo miró a los ojos, intentando evitar por todos los medios mirar otra cosa.

La tentación vuelve a casa. [Chanmin]Where stories live. Discover now